29 d’ag. 2015

27S: Voy a ser una Rock'N'Roll Star #JuntsPelSí

Hoy lo hemos petao en el Passeig Lluís Companys, la Festa dels Candidats de Junts pel Sí! Miles i miles de personas una tarde-noche del último viernes de agosto.

Hace poco más de 20 años -parece una eternidad- ahí mismo, justo al lado de l'Arc del Triomf, ante la estatua de Pau Claris, nos concentrábamos para conmemorar el Corpus de Sang un poco más de un centenar de militantes independentistas. Recordábamos la heroica revolta popular que derivó en la primera República Catalana.

Pues eso. Que dónde hoy nos concentrábamos miles y miles de personas, muchos miles, para presentar públicamente la candidatura de Junts pel Sí, que en las elecciones plebiscitarias del 27S dará sentido y hará viable una lectura democrática, caso de ganar, de que la sociedad catalana quiere la independencia, hace poco más de 20 años éramos menos de 200 los que nos concentrábamos para conmemorar un episodio clave de la historia de Catalunya.

De ser extraparlamentarios, prácticamente testimoniales, a configurar una candidatura enorme por la independencia, de una transversalidad excepcional que va desde la democracia cristiana a la izquierda alternativa, este es el corto e intenso viaje del independentismo en estos últimos años. 

Tres factores determinantes del cambio:
Con el tiempo en las facultades de políticas se estudiará la complejidad de todo este fenómeno, ahora sólo apunto algunos de los factores más determinantes que a mi entender lo han hecho posible:

- el carácter inclusivo del independentismo. Al igual que la sociedad catalana en su conjunto, el independentismo catalán siempre ha tenido un inequívoco carácter inclusivo, en el que nunca ha importado el origen, sinó la voluntad de ser. Cuando miro a mi alrededor, a los camaradas con los que más años hace que milito, prácticamente en ningún caso nuestros dos padres nacieron en Catalunya, i en los casos en los que sí, los abuelos no. Y no he conocido nunca a nadie que se hiciera independentista para hacerse perdonar nada ni bajo ningún complejo. Todo lo contrario, nunca nadie en el independentismo me ha preguntado por mi origen o el de mis padres.

Curiosamente -o no- es desde el unionismo que no se ha cesado de invocar orígenes para fracturar la sociedad, para encadenarnos a una dependencia determinista, de la que no podríamos librarnos, y que condicionaría todo cuanto políticamente pudiéramos hacer. Así, para el unionismo, si nosostros o alguno de nuestros padres ha nacido fuera de Catalunya, no nos queda otra que resignarnos a ser saqueados por el estado, a que se espolie sin contemplaciones nuestro trabajo, a ser empobrecidos, a perder oportunidades de progreso y prosperidad, de más y mejor trabajo, a colaborar en la aniquilación de la lengua catalana y en general a hacernos cómplices necesarios, cuando no agentes activos, de este genocidio silencioso que sufre la nación catalana desde hace 300 años.

- En el momento en el que el independentismo, gracias a su carácter inclusivo, consiguió articular una propuesta política que no únicamente defendía la supervivencia de la nación catalana, sinó que configuraba un proyecto creible, tangible, de mejora de la sociedad en su conjunto, el independentismo empezó a salir del testimonialismo, para crecer y penetrar transversalmente en la sociedad.

La depredación insaciable del estado español del fruto del trabajo de todos los ciudadanos de Catalunya, cualquier que fuera su origen y cualquiera que fuera su ideología, es lo que abonó y fertilizó la sociedad para que el discurso independentista penetrara desde las élites hasta las clases trabajadoras, del campo a la ciudad, de catalanes cuyo linaje se remonta a generaciones hasta catalanes recién incorporados a la sociedad, ya sea en la emigración de los 60 o en la más reciente de los 90. El independentismo es la única propuesta que trata a todos los ciudadanos como adultos libres, capaces de valorar y de decidir.

El unionismo, en cambio, seguía actuando como cómplice necesario para la depredación salvaje del estado español del trabajo de los catalanes, y lo que aún es peor, configurando una única propuesta política basada en el determinismo. El origen determina lo que podemos pensar y lo que no, lo que debemos hacer y lo que no.  Para el unionismo la población con origen fuera de Catalunya es la carne de cañón que debe resignarse a ser empobrecida porque su misión en este mundo es garantizar la españolidad de Catalunya, y ante el honor de ser el garante de España, cualquier precio a pagar es bajo.

- Y el tercer factor determinante es que en ese momento en el que el independentismo supo enlazar con una propuesta de prosperidad para el conjunto de la sociedad, el estado español se enrocó. Cualquier otro estado con un mínimo de inteligencia política o emocional hubiera reaccionado con políticas para evitar que la cosa se le escapara de las manos. El estado español no, y reaccionó como siempre lo ha hecho, a la defensiva, considerando todo lo que estaba pasando como un "desafío" y confiando la resolución del conflicto, como siempre, a la fuerza. Nunca reconoció en la otra parte un conjunto de razones que estaban llevando a velocidad de vértigo a que el independentismo se convirtiera en la fuerza motriz de la política catalana. No. Para el estado esapañol era un simple "desafío", al que debía hacerse frente desde los valores que lamentablemente no han dejado de inspirar su "cultura de estado", o sea, desde el autoritarismo. No se negocia, se impone. No se escucha, se silencia. No se busca comprender, se busca intimidar.

Así las cosas esto es lo que creo explica que hoy, una tarde de un viernes de agosto nos hayamos concentrado en el Passeig Lluís Companys de Barcelona miles y miles de catalanes para apoyar la candidatura de Junts pel Sí.


Si la ceguera del odio no se lo impidiese habrían hecho muy bien los miserables que han promovido esa argumentación repugnante de los apellidos de la lista de Junts pel Sí en pasearse por toda la zona ordenada alfabéticamente con los apellidos de todos los miles de candidatos que nos hemos comprometido. Es vergonzosa la manera como el unionismo sigue apelando a nuestros orígenes con la única finalidad de encadenarnos a un determinismo conformista y sumiso.

Las 40.000 personas que hoy estábamos en la Festa dels Candidats ya nos hemos rebelado contra todo esto. Y ya nos hemos comprometido del todo para cambiarlo, para dar un futuro a nuestro país, a nuestra sociedad, a todos nosotros, a nuestros mayores, a nuestros hijos, a todos.

Al llegar me he dirigido a los mostradores de recogida de la documentación de "candidato". Era el primero que abría la agrupación alfabética de candidatos por sus apellidos: ABAD ESTEVE. También estaban mis hermanos. He recogido el sobre y he abierto el póster de candidato. Ahí estaban Raül Romeva, Artur Mas, Oriol Junqueras, Eduardo Reyes, etc y en el ángulo superior izquierdo yo, con la foto que incorporé al hacerme candidato, encima de la Harley, mirando la cámara con el dedo pulgar hacia arriba, OK!

Me he emocionado al verme así. Supongo que también el resto de miles y miles de catalanes de todo origen, lengua y condición que nos hemos hecho candidatos de Junts pel Sí.

Me ha parecido una manera muy bonita por parte de la organización de la candidatura de darnos protagonismo a todos, porque visualiza la realidad de lo que estamos haciendo. Junts pel Sí no es una candidatura de estrellas, de políticos, de académicos, de ilustres. Junts pel sí és una candidatura que los incorpora a la lista oficial representando una sociedad movilizada y unida por un objetivo: la independencia.

Los protagonistas del 27S y de todo lo que va y pase desde ahora hasta el 27S vamos a ser nosotros, todos y cada uno de los ciudadanos de Catalunya. Y esto es lo más grande que podíamos desear, ser nosotros mismos los protagonistas y responsables de nuestro futuro.

Raül Romeva, Artur Mas, Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Eduardo Reyes, pondrán la voz pública a todos nosotros. Pero todos nosotros, cada uno de nosotros, también somos candidatos y debemos actuar como tales. No nos han convocado a participar, sinó a implicarnos. Y estamos implicados. En el ámbito local, en el ámbito comarcal, en las sectoriales, en nuestro lugar de trabajo, en la universidad, en el gimnasio, en el bar, en la calle, en la familia, con los amigos... somos candidatos. Hay que explicar todo esto. Las razones que nos llevan a querer la independencia porque sabemos que es el único futuro posible para nosotros mismos y nuestros hijos. Explicar que queremos la independencia porque somos hombres y mujeres libres, que defendemos nuestro derecho a ser y a pensar nuestro futuro sin que nadie pueda nunca más arrogarse el poder de encadenarnos sumisamente a un origen para saquearnos impunemente, para anularnos.

Sí, amigos y amigas. De ahora al 27S hay que darlo todo.

Vamos a ser unas Rock'N'Roll Stars

DONEC PERFICIAM