30 d’oct. 2015

Sobre las mejores intenciones. Minutos musicales y cinematográficos...


"(Ezequiel 25:17) El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por la injusticia de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del valle de la oscuridad, porque él es el auténtico guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos. Y tú sabrás que mi nombre es Yavéh, cuando caiga mi venganza sobre ti."

Pues eso, que como no hay mucho de lo que hablar hasta que no hablen quienes tienen que hacerlo, aquí estamos pasando el tiempo.

Entre la racial Remedios Amaya y su quejío «ay quien maneja mi barca, que a la deriva me lleva»,

L'esperança dels Manel, amb el seu «I de vegades ens en sortim»

I, al fons, també sense poder-me-la treure de la ment, la millor escena de la història del cinema, Pulp Fiction, amb un incommensurable Samuel L. Jackson i el seu camí de l'home recte, envoltat per tot arreu de la injustícia dels egoïstes i la tirania dels homes dolents.

Potser el genial Tarantino, quan va fer del passatge bíblic original («Y haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Yavéh, cuando haga mi venganza en ellos») aquesta hipèrbole que retrata tantes coses en tan poques paraules... estava pensant en nosaltres i profetitzant el que ara ens està passant?

«El hombre recto y su camino» Tengui!
«la injusticia de los egoistas» Tengui!
«la tiranía de los hombres malos» Tengui!
«el que saque a los débiles del valle de la oscuridad» Tengui!
«los que pretenden envenenar y destruir a mis hermanos» Tengui!

L'escena comença en el mateix escenari, amb una altra seqüència. Samuel L. Jackson i Travolta, els matons del capo Marcellus Wallace's han pillat al seu apartament als que volien "joderlo". S'inicia un diàleg surrealista, on es parla d'hamburgueses i coses intranscendents, quan tots saben que allà s'hi estan jugant la vida. Els hi lliuren la maleta amb "la maldita cosa". Darrere l'office, Vincent Vega (Travolta), sense deixar la cigarreta, obre el maletí, i no diu res. Vincent aspira fort la cigarreta. Jules li diu «Estamos contentos?». Vincent segueix sense dir res, però es mira el contingut de la maleta que acaba d'obrir. «Vincent, estamos contentos?» torna a preguntar Jules. I finalment Vincent respon «sí, estamos contentos».

Doncs això. Que aquests dies tots ens preguntem «estamos contentos?» Però ningú té la resposta. Només esperem, i que sigui el més ràpid possible que algú ens digui «Sí, estamos contentos». Perquè no volem ni imaginar-nos el que pot passar si la resposta és un «no».

I encara més, tots aquests dies, sentint alguns dels arguments que es fan anar et venen ganes de reproduir els moments previs al discurs bíblic de Jules, quan aquest està "interrogant" a un dels espavilats, que, fent servir terminologia d'una editorial d'en Partal de fa uns dies, de tant que li tremolen les cames només pot balbucejar uns "qué?". Fart, Jules l'apunta amb la pistola i "el repta": «Di qué una vez más, maldito cabrón, dí qué una vez más, te reto, te reto dos veces, dí qué una vez más». Substituïu el «qué» per qualsevol dels mantres que alguns, a banda i banda, repeteixen sense parar i ja teniu la nostra pel·lícula muntada.

Amb la millor escena de la història del cinema mundial, que ara sembla escrita per a nosaltres, i bona música. Pasando el tiempo. Ja us ho deia...

25 d’oct. 2015

Una historia murciana, también mi historia. Sin muros, pero con mis sentimientos

Y de repente, la huerta. La calle ancha que sigue a la fábrica de Periquito, una de esas fábricas donde se envasaba el melocotón. Como en la que mi padre iba trabajando cuando había faena para sacarse unas perras que le ayudaron a sacarse el bachillerato y Magisterio «por libre»

Uno de los últimos años que pudimos bajar juntos, con mi padre, antes de que cayera enfermo, llovió -insólitamente- mucho, y el Segura, tan domesticado y explotado en todo su curso, empezó a inundar lentamente todas las huertas del valle, en un espectáculo que tenía, por encima de lo amenazante, algo de grandioso. Yo no dejaba de mirar el puente colgante de madera que unía La Algaida con Los Torraos, dos pedanías de Archena, Murcia. Ese puente en el que no había año que no faltase un tablón de los que lo formaban y desde donde yo me quedaba hipnotizado mirando fluir el río. Ahora una carretera por la que pueden circular tranquilamente los coches une las dos orillas del río. Como reflejo de muchas cosas, antes de éste puente, y del de madera, solamente dos alambres permitían cruzar de una parte a otra.

Mis recuerdos de La Algaida siempre están asociados a muchas horas de coche. De pequeño, yo eso casi no lo recuerdo, en el camino desde Lora del Río, entre Sevilla y Córdoba, donde vivíamos mis padres y yo, hacia la Terra Alta, de donde es mi madre, la primera etapa acababa en La Algaida. Después, ya viviendo en Catalunya, bajábamos por Semana Santa o en el mes de julio.

En esas visitas siempre me impresionaba «el abuelo» y todo lo que le envolvía. Una vida dura, pero también la vida de un tipo entrañable, a medio camino entre un pincho y un incansable trabajador forjando un futuro ante un destino que no paraba de darle la espalda. De joven estuvo en Catalunya, cuando la Exposición Universal, haciendo el taxi. Se sacó lo suyo, y volvió al pueblo, se compró un camión y empezó su aventura de lo que hoy diríamos un «emprendedor». Hasta la guerra. Republicano, izquierdista... y listo. Sabía que su camión sería movilizado o confiscado, de manera que se «alistaron» los dos, mi abuelo y su camión. Pero en algún momento de la guerra los separaron. La historia de la guerra de mi abuelo paterno acaba, por lo que me han explicado, muy al final de la contienda en Linares, en Jaén, ante lo que iba a ser un pelotón de fusilamiento, y que un oficial franquista «desarticuló», al grito de «pero qué coño vais a hacer con esta gente? Esto ya se ha acabado. Que se marchen a su casa» Y mi abuelo se volvió al pueblo a pié. Un día un vecino le dice que ha visto su camión en las afueras de Madrid, tirado y medio destartalado en una carretera. Con la ayuda de su suegro pudo reunir algo de dinero para irse allá y en lo que sería más propio de un guión de película, consiguir encontrar, recuperar y reparar su camión... y volver al pueblo.

El abuelo tenía un andar curvado. Cuando sabía teníamos que llegar nos esperaba en la puerta de la casa, esbozaba una sonrisa escandalosa y exclamaba un “señooooreeeh” de bienvenida. Después ya nos dejaba en manos de mi abuela Antonia. Discreta, pulcra, atenta. Casi no recuerdo su voz, en contraste con el vozarrón de tabaco y vida de mi abuelo. Pero mi abuela era la que mayormente aguantaba y ordenaba aquella casa y a sus hijos. De los cuatro, tres estudiaron y fueron maestros. Mis abuelos murieron con muy pocos años de diferencia. Primero el abuelo y, de pena, decían, después mi abuela.

Algo tengo de ese espíritu de vida dura y desafiante, de mi abuelo (como también tengo un sentido intenso de la disciplina, marcial, heredado del iaio Domingo). De ese no parar quieto, de cruzar tanto la calle que sin proponérselo un día quedó immortalizado en ese "cruzando" en una foto local que se imprimió en ceniceros. De ir a coger melocotones y comerlos sin pelar, solamente frotándolos en la manga de la camisa, y de sus carcajadas. También de algunas cosas que en su momento me colapsaron, como el día que para matar un conejo lo cogió de las patas traseras, me dijo “mira” y le golpeó con furia la cabeza contra una de las pilastras del patio. Yo había visto a mi abuela materna, en Corbera, matar conejos. Era un ceremonial que se desarrollaba en l'esgorfa, y tenía algo de respetuoso, aunque acabara con el conejo degollado y su sangre precipitándose en un barreño. Pero aquella hostia con la que mi abuelo quebró el conejo me dejó sin habla.

Aunque lo intente, no puedo recordar a mi abuelo en ninguna situación que no estuviera de buen humor, riendo, haciendo broma, jugando con sus nietos. Pero son recuerdos fugaces que no me permiten reconstruir una memoria ni un relato. Eso sí, y aunque sé que es políticamente incorrecto, en una temporada que mis abuelos estuvieron con nosotros en Cornellà no sé como se lo hizo pero me despertó interés por los toros. Tele en blanco y negro, yo sentado en el suelo, a los pies de la mecedora donde él se sentaba, mientras me iba explicando todo lo que pasaba en el ruedo, todo el “arte” del toreo. Todavía ahora me debato entre el respeto por lo que es el mundo del toro (no sé si porque lo ligo al recuerdo de mi abuelo) y la tensión moral de no infringir dolor a un animal.

En cuanto llegábamos a La Algaida mi padre ser convertía en “Paquito”. Y cuando yo iba de la mano de mi abuela o de mi abuelo y se encontraban con alguien yo siempre era presentado como “el hijo de mi Paquito”. Y sí, yo era el hijo de Paquito. Y yo era primogénito de todos los nietos que después vendrían, mis hermanos y primos, un total de 14.

Por el puente del Pilar nos reunimos todos, con la “excusa” de celebrar los 50 años de casados de uno de los hermanos de mi padre, y de su mujer. De los cuatro hermanos que eran, mi padre -el mayor- y la pequeña, nos dejaron demasiado tempranamente.

Los Abad nos sabemos muy sentimentales y de lágrima fácil. El amor por los tuyos, la felicidad por compartir y, a su vez, el dolor intenso de las ausencias. Hacía tres años que no bajaba a Murcia, desde que murió mi tía Loli, a la que quería infinitamente. Y sí, hemos llorado mucho. Pero ha sido más fuerte el amor, la estima, y la alegría de compartir que cualquier otra cosa.

Nosotros -mis hermanos y yo- siempre hemos sido un poco “los primos exóticos”, los de Barcelona, los catalanes, los que siempre estamos de alguna manera presentes pero que solamente aparecemos de tanto en tanto o cuando pasa alguna cosa, sea para lo bueno o para lo triste. Pero estamos muy unidos. Un abrazo, unos besos y se reconstruye toda esa trama invisible de afectos que conforman una familia.

En medio del jolgorio de la celebración me quedaba mirando el valle de Ricote, y ese contraste tan duro entre el verde de la huerta de naranjos, limoneros y melocotoneros y la aridez de todo lo que la rodea, de “los cabezos” y de las sierras que encierran ese valle tan singular y bello, al que las palmeras distribuidas aquí y allá le acaban dando también un aire exótico.

La situación política de Catalunya acabó fluyendo con naturalidad en las charlas con muchos de mis primos, primas y sus maridos o esposas. Y lo hizo con un respeto tan enorme que me emocionó. Preguntas sobre porqué estamos haciendo lo que estamos haciendo, intentando entenderlo. Me ponía en su piel. Fuera de Catalunya sólo hay desinformación e intoxicación sobre lo que está pasando en Catalunya. Nadie informa.

Mis primos y primas ponían ojos como platos cuando les explicaba algunas cosas, solamente algunas, de lo que es nuestro relato, el relato de la parte catalana, que desconocen por completo. Lo encajaban con pena. Pero con respeto y con opiniones variadas, desde un mayoritario “ojalá se pueda arreglar de alguna manera” hasta también el “teneis derecho a decidir”.

Tal vez mis primos y primas no sean representativos del conjunto de la opinión pública a lo largo de toda España, no lo sé. Pero yo estos tres días no he visto ningún muro entre nuestros sentimientos. Y me he sentido más orgulloso que nunca de todo lo que me inculcó mi padre, de sus orígenes (que también son los míos) y de mi familia. No hay nada que el amor y el respeto no puedan vencer. Lo que pase con “el proceso”, como ellos ya le llaman, no modificará ni un ápice el amor y el afecto que nos profesamos, porque entre nosotros ni ha habido, ni hay ni habrá ningú muro, y porque no hay ningún documento de identidad, diga lo que diga, que sea superior a nuestros sentimientos.

El recuerdo de mis abuelos paternos, la emoción de la casa y la calle donde nació y creció mi padre, el cariño y amor con mis tíos y mis primos, el sentir como propio un paisaje y una historia... no depende ni de lo que diga mi DNI ni de la evolución política de Catalunya.

Mi DNI dice que soy hijo de Francisco, que era Paquito, y de María Teresa, y dice que nací en Reus, pero no dice que en esa época mis padres vivían en Lora del Río, Sevilla, y que ahí crecí hasta casi los cuatro años. No dice nada de mi abuelo Francisco, de La Algaida, Murcia, republicano, ni de mi abuela Antonia, ni de mi abuelo Domingo, de Corbera d'Ebre, Terra Alta, capitán de zapadores del ejército de la República, ni de sus años de prisión, ni de la iaia Teresina, de La Pobla de Cèrvoles, Les Garrigues. Mi DNI no dice nada de mis hermanos, ni de mis primos, ni de mis tíos, ni de mis amigos.

Mi DNI no dice nada de mi, solamente me identifica con un número. Algunos lo quieren convertir en una cadena. Son los mismos que quieren convertir también nuestro mapa de afectos y orígenes en una especie de prisión política que nos incapacita para tomar nuestras propias decisiones. Son los mismos que piensan que defender unas ideas democráticamente implica alzar muros entre los afectos y los sentimientos. Son estos personajes miserables que proclaman como amenaza lo que sin cesar intentan generar.

Los afectos, los sentimientos, solamente entienden, si son sinceros, de amor y de respeto. Nunca de miedo o de imposiciones. Por eso me quiero con locura a mis tíos y primos y los orígenes de mi padre, que también son los míos, y desprecio infinitamente a quien me habla de muros por tener mis propias ideas.

21 d’oct. 2015

President Mas: You'll Never Walk Alone

El primer record polític que tinc del President Mas és de quan era regidor a l'Ajuntament de Barcelona. Per a un criajo com jo, crescut al barri de Sant Ildefons, a l'ombra psuquera de mon pare i dels moviments de base de l'Església, em semblava un pijeras convergent que anava molt de llest, gairebé de sobrat. Després va ser conseller, i seguia amb la seva aureola de tecnòcrata sense semblar tenir gaires idees polítiques al darrere. Em va començar a caure simpàtic quan va ser ell l'escollit per succeir Pujol, i no en Duran i Lleida. Sobre en Mas no en tenia massa concepte polític format, però sobre en Duran sí, i en aquell ja llunyà començament de segle, ja tenia clar que en Duran era un puto càncer al servei d'Espanya.

Jo fins aleshores sempre havia militat a ERC i, fins i tot després de deixar-ho, vaig continuar votant-los, fins aquell 2003, amb en Carod i les seves claus. També vaig votar ERC. Però va ser l'últim cop que ho vaig fer amb ple convenciment. Només ho tornaria a fer a unes eleccions espanyoles, després de la «famosa» entrevista de Carod amb la cúpula d'ETA i del seu injust linxament, malgrat l'evident patositat del que havia fet i de la descomunal vanitat que ja exhibia. Aquelles generals vaig votar Carod, com a resposta a la demència dels atacs que rebia.

El tripartit i la manera com es va esdevenir va ser per mi un xoc. El primer encara el vaig encaixar amb certa esportivitat. Però el segon em va fer trencar amb tot el meu passat militant. No com a militant independentista, sí com a militant que havia estat donant suport a opcions que ens havien portat a aquell descomunal desastre que fou el segon tripartit. Però això és aigua passada, i fins i tot ara sé veure, enmig aquell desastre, elements positius per al país. No és aquest el tema d'avui, però ho consigno.

El 2007 és la primera vegada que em prenc seriosament el sr. Artur Mas, després d'assistir a la conferència que feu al Palau de Congressos de la Diagonal, i on va situar de manera molt i molt clara el dret a decidir com l'eix central de totes les polítiques de la seva força política. La cosa s'animava, i molt.

En aquells anys vaig cometre un dels meus majors errors polítics en la meva ja dilatada història militant: donar suport al sr. Joan Carretero. Em va agradar el que deia i vaig pensar que era el que necessitava el nostre país, i a més a més, tenia una bona colla d'amics que el coneixien i li donaven suport. De manera que em vaig arremangar, un altre cop, i a treballar per les idees per les que sempre he lluitat, en aquest cas, amb tot el procés fundacional de Reagrupament. Vist en perspectiva, algú de la meva experiència no s'hauria d'haver deixat entabanar per un encantador de serps mancat de qualsevol principi moral que no fos el seu ego, però ho vaig fer. Em sap greu haver posat el meu granet de sorra perquè un frau com el que era en Carretero acabés tenint la dimensió que va tenir. Per sort el personatge va embogir a temps perquè poguéssim saltar del vaixell abans no arribés enlloc i hagués acabat fent mal de debò. De manera que tot va quedar en la clàssica trifulca d'autoconsum indy. El relleu d'aquest espai que s'havia generat, al marge d'ERC i de CiU el va prendre Solidaritat.

Però llavors jo ja estava molt cremat de tots aquests experiments indys que podríem concretar en la frivolitat del «tenim pressa». I tot i que admirava, per tot el que havia fet al FCB, a Joan Laporta, i tot i que la majoria dels meus amics procedents de Reagrupament hi havien fet cap, jo no m'hi vaig voler implicar.

Estàvem a les portes de les eleccions del 2010. Amb una bona colla d'amics blocaires sense cap vinculació a cap partit polític, vam decidir posicionar-nos davant aquelles eleccions. I ho vam fer donant suport a Mas, amb un diari electrònic independentista que vam batejar com a «Absolut Mas», jugant amb la cosa del vodka i imprimint així un cert aire informal al que era la nostra aposta. Érem militants independentistes de llarga trajectòria que fèiem una cosa poc habitual: donar suport explícit al candidat convergent com la millor manera d'avançar cap a la independència.

Per als companys amb els que havia compartit, des de feia molts anys, militància independentista, va ser un episodi que els va costar molt d'entendre i d'encaixar. Per a mi va ser una de les apostes més intel·ligents com a independentista que mai he fet.

Per resumir-ho molt, era del tot conscient de les limitacions que tenia el tradicional discurs i posicionament estríctament independentista. I havia arribat a una doble conclusió:

- que Mas i la seva gent estaven portant CiU cap a posicions independentistes
- que l'única manera de configurar una majoria social independentista passava perquè el món de CiU hi anés virant.

La conferència del 2007 i l'assumpció plena del Dret a Decidir com a eix ideològic era un primer pas importantíssim. Però, certament, encara no havien arribat a l'independentisme. Al meu entendre calia confiar en el viratge que havien començat i calia crear les condicions per afavorir la transició des de l'autonomisme cap a la l'independentisme.

El resultat del 2010 fou agredolç des del punt de vista del que es va poder fer. S'havia heredat una Generalitat totalment endeutada conseqüència de la crisi econòmica i de la letal gestió del tripartit. Prou feina va tenir mas en el període 2010-2012 per intentar redreçar les finances de la Generalitat i prendre mesures difícils per evitar la fallida absoluta en la que havia deixa la Hisenda catalana el tripartit.

Però amb la impressionant manifestació del 2012 s'esdevé un fet polític transcendent: el llavors ja President Mas assumeix la magnitud de la mobilització i les seves conseqüències polítiques. Amb aquest nou bagatge polític, amb aquest mandat que voluntàriament havia volgut assumir derivat de la mobilització de l'Onze de setembre del 2012, el President Mas se'n va a negociar amb el Govern Espanyol, i posa damunt la taula la necessitat d'arribar a un pacte fiscal. El govern espanyol se'n fot de la reivindicació i davant aquest menyspreu, el President Mas fa una cosa insòlita pel que representa de qualitat democràtica: diposita la confiança i la paraula sobre el que cal fer en la ciutadania, convocant noves eleccions.

Les eleccions del 2012 ja es plantegen amb el dret a decidir sobre el futur polític de Catalunya com a eix central de la proposta política que encapçala el President Mas. Ja no és un pacte fiscal, ja no és el dret a decidir en infraestructures, per dir algo. No. Els tempos polítics han anat molt més depresa del que a Convergència s'havien imaginat aquell 2007, però estan disposats a assumir aquesta realitat. Les eleccions del 2012 per primera vegada situen el dret a decidir sobre el futur polític de Catalunya com a element central de la campanya.

És cert que Mas encara no ha arribat a la proposta explícita independentista. Però és igualment cert que el viratge del gran transatlàntic que gestiona la gran massa de vot catalanista s'està produïnt a una velocitat de vertigen, i amb un rumb inequívocament independentista.

En aquelles eleccions del 2012 el President Mas perd una petita part dels seus suports provinents del seu públic més moderat, que no veu clar aquest viratge tan inequívocament sobiranista com s'està produint. Però, de manera sorprenent, també perd una part, aquest cop molt més significativa, del vot sobiranista que havia tingut el 2010, en direcció cap a ERC. La Convergència més independentista de la història perdia part del seu vot independentista de tota la vida cap a ERC. L'estat espanyol mai podrà agrair al seu "encarregat" Duran i Lleida el desgast al que en aquella campanya va sotmetre a Mas i que va ser el que va allunyar-lo de la majoria absoluta.

El President Mas no va obtenir la majoria que demanava per impulsar el procés en aquella fase en la que estava el 2012, però hi va haver un extraordinari Oriol Junqueras que des d'aquella nit electoral va moure les fitxes corresponents per fer arribar als convergents que estiguessin tranquils, que ells estarien a l'alçada i que amb ells es podria impulsar el procés. I així va ser.

Això no sé si ho hauria d'explicar, però ja que hi som, em sincero. Jo coneixia l'Oriol Junqueras des de l'època de la FNEC, a la Universitat. Amb èpoques de més i de menys tracte, havíem conservat una amistat sincera. Vaig estar molt a prop de l'Oriol quan va prendre la decisió d'acceptar presentar-se com a eurodiputat i vaig estar encara més a prop de l'Oriol quan va decidir assumir la responsabilitat de presidir ERC. I li vaig donar tot el suport que vaig poder. Però el cert és que aquelles eleccions del 2012 jo em vaig debatre entre votar l'amic, l'Oriol, i votar la persona que pensava podia fer possible la independència, en Mas. I vaig votar en Mas. Jo estava convençut que les eleccions proporcionarien a Mas la majoria que demanava. I aquella nit electoral va ser trista, perquè això no va passar. Enmig aquella confusió l'amic Oriol em va trucar, i em va encomanar confiança. I és un gest que mai oblidaré.

Arran el 9N no vaig entendre el que va fer l'Oriol ni el que va fer ERC. Per a mi va ser un episodi trist. En canvi vaig entendre del tot el que estava fent en Mas. I li vaig donar suport. Després del 9N no vaig entendre una cosa d'en Mas, i és que no es posés al capdavant dels resultats. Però en canvi sí que vaig entendre i compartir els objectius que va marcar en la seva famosa conferència del Fòrum. I altre cop no vaig entendre la resposta del meu amic, de l'Oriol, i d'ERC.

Per a mi tenia un valor extraordinari que Mas estigués portant a la velocitat que ho feia a tot el món convergent a l'independentisme explícit. Efectivament, quedaven temes pendents de resoldre, com el paper d'en Duran, però el cert és que als meus ulls de militant independentista estava passant l'únic que ens podia proporcionar la majoria social independentista que anhelava, i estava passant gràcies al lideratge de Mas.

Finalment, i després d'uns mesos de tensions que ens van sumir a tots en una profunda tristesa, s'esdevingué un acord històric entre Mas, Junqueras i la societat civil, que va desembocar en la proposta explícitament independentista de Junts pel Sí. I que va acabar amb tots els dubtes, ambigüitats, etc que històricament havien planat sobre el món convergent, i que va acabar també amb en Duran i el seu paper d'obstrucció sistemàtica del procés sobiranista, al servei d'Espanya.


Per a molts era una incògnita com reaccionaria el votant clàssic convergent a «l'aventura» de Junts pel Sí. Estem parlant d'un votant que sociològicament s'inscriu en el segment més moderat i d'ordre de la societat, i que se li presentava una proposta encapçalada per una persona com en Raül Romeva, que es podria situar entre «els comunistes» i les esquerres més alternatives, i que explícitament apostava per un procés rupturista i independentista.

La transició de la proposta política disposada a gestionar l'autonomia de la CiU del 2010 a la proposta política explícitament independentista del 2015 que ha protagonitzat el President Mas i en la que ha confiat el gruix de l'electorat convergent és la clau de la nostra majoria social indy. Els independentistes de tota la vida, siguem els que siguem, també ho hem fet possible, òbviament, així com tots aquests votants provinents d'ICV-EUA i de PSC-PSOE que han acabat votant a Junts pel Sí o a la CUP. Però en cap cas, numèricament, no són comparables a aquest milió llarg de votants convergents que han votat independentista per primera vegada a les seves vides.

A nivell personal això és el que ha donat sentit polític a aquests anys, des del 2010, en els que he cregut en el que estava fent la gent de Convergència amb n'Artur Mas al capdavant. Vaig creure, quan no era fàcil, que volien la independència i que hi estaven treballant. I vaig fer explícit el meu suport. Ara n'estic més content que mai, de tot això. Sense el coratge de Mas i de la seva gent i sense la seva intel·ligència aquest milió llarg de vot que no estava amb la independència no hi hauria arribat mai. I avui és el que ens permet ser majoria social.

Molta gent, bé, alguna gent, els de sempre, pels que seguiríem sent la minoria testimonial que sempre havia estat l'independentisme, no donen cap valor a això que ha passat. De fet continuen parlant de «la burgesia» com un obstacle a la independència. No se n'adonen que el President Mas ha protagonitzat, ha liderat, un fet excepcional a l'Europa Occidental, i és que els votants moderats, treballadors, pagesos, botiguers, petits empresaris, però també una part significativa dels estaments més benestants se sumin a un procés de ruptura tan radical com és la independència.

Per això tot l'estat espanyol i els seus altaveus carreguen totes les tintes contra Mas, per això l'imputen, per això el volen liquidar, inhabilitar, empresonar. Perquè només un lideratge excepcional com el d'en Mas podia aconseguir això: mobilitzar cap a la independència a un vot que no era independentista i lligar a un procés rupturista com és l'independentista a les classes populars, rurals, mitjanes i benestants del nostre país, que han posat pel davant dels seus propis interessos personals, l'interès general.

D'aquell Artur Mas regidor tecnòcrata a l'Ajuntament de Barcelona fins l'Artur Mas President de la Generalitat i líder independentista que ha aconseguit lligar al procés el gruix del votant convergent hi ha un autèntic món, hi ha un viatge polític excepcional, històric.

Mas ha estat sempre a l'alçada dels reptes que ha tingut al davant. No ha fallat mai. No ha girat l'esquena mai. No ha defugit mai la seva responsabilitat. I sempre ha exercit el seu lideratge amb una intel·ligència extrema, fins arribar on volia arribar i on tots els que vam creure en ell li vam fer confiança. Fins arribar on som ara, amb una majoria social independentista que existeix, a banda dels independentistes de sempre, gràcies a la transició del vot moderat convergent, gràcies a que el lideratge de Mas ha conservat aquest milió de vots convergents catalanistes i sobiranistes però que abans no havien votat mai independentista d'una manera tan explícita i tan rupturista com ara ho han fet.


En aquest context, que des de l'independentisme hi hagi qui també es vulgui carregar Mas és una de les coses més estúpides que mai haurem vist. El simple fet d'estar-ho discutint és d'una idiotesa que supera qualsevol capacitat de comprensió. No voldria sembla frívol, però és com si algú s'estigués plantejant deixar un Messi en plena forma a la banqueta per jugar una final de Champions. Incomprensible.

Sabia que si Junts pel Sí no obtenia prou suports com per governar en solitari, tot serien entrebancs. I que tot el que fos dependre de la CUP perquè el procés avancés seria obstacles en el camí, entrebancs. M'entristeix que el procés depengui d'aquest sectarisme extrem de la CUP que estan exhibint que considera prioritari per a qualsevol acord liquidar a Mas. Que és tant com dir, liquidem el procés. Liquidem tot el vot moderat, liquidem tota la gent que no són classes populars revolucionàries.

Vaig dir, i intento mantenir-ho, que fins el final mantindré la confiança en que es pugui arribar a un acord. Però no entenc que trigui tant en arribar, i no entenc que des del món de la CUP no es faci CAP esforç per entendre el que representa Mas i a qui representa Mas.

Així, i mentre esperem que el procés no descarrili, jo només puc dir una cosa: President Mas, estic molt i molt orgullós d'haver cregut en el seu projecte i la seva paraula. Estic molt orgullós per, des la militància independentista estricta, haver-li donat suport ja el 2010, un suport que he mantingut i mantinc i que mai, mai, no m'he decebut.

President Mas: YOU'LL NEVER WALK ALONE
Sempre hi seré. Sempre hi serem. Mai caminareu sol.


When you walk through a storm,
hold your head up high,
and don't be afraid of the dark ;
at the end of the storm there is a golden sky
and the sweet silver song of the lark.

Walk on through the wind,
walk on through the rain,
though your dreams be tossed and blown.

Walk on, walk on with hope in your heart,
and you'll never walk alone,
you'll never walk alone.
Walk on, walk on with hope in your heart,
and you'll never walk alone,
you'll never walk alone.


16 d’oct. 2015

15-O, 9-N, fred, record i... ja n'hi ha prou!

Feia fred, aquest matí. Un fred sobtat i intens. Potser també hi feia l'hora. Però potser encara hi feia més la història.

75 anys de l'assassinat pel règim feixista del general Franco del President de Catalunya, Lluís Companys, democràticament escollit. L'únic president democràtic assassinat en el context de la Segona Guerra Mundial. L'únic.

L'amic Francesc Canosa ha escrit que potser només quan guanyem la nostra llibertat els catalans podrem plorar tot el dolor que portem a dintre com a poble. Avui hi érem molts, a la porta del Castell de Montjuïc. No puc deixar de pensar que fa 75 anys el meu avi, Domingo Esteve, capità de sapadors de l'Exèrcit de la República, també estava pres entre les parets d'aquest castell. Hi era des de començaments del 39, quan l'exèrcit feixista va ocupar Barcelona, preludi de l'ocupació total de Catalunya. I encara hi seria fins complir íntegrament la condemna de tres anys que li van imposar per haver «auxiliat la rebel·lió». Quins pebrots!

Ja ho he explicat algun cop. En el relat familiar sempre ha estat molt present aquest moment, la presó del meu avi, la penúria de la seva família malvivint al Raval, on havien arribat desplaçats per la destrucció de la Batalla de l'Ebre, amb la seva mare -i besàvia meva- ferida, que ja quedaria invàlida per sempre.

En una de les visites de les seves germanes al meu avi pres a Montjuïc els hi diu, desolat, que el President Companys també hi està pres, al Castell. Avui hem arribat fins el fossar de Santa Eulàlia, fins un dels murs exteriors del castell en la banda contrària al mar. Un silenci profund enmig una fosca que les torxes no podien trencar. Abaix, al fossar, els murs del castell encara semblaven més alts i les seves pedres més desafiants. Un castell fet no per defensar la ciutat sinó per defensar-se de la ciutat i de la seva gent. Un castell que llavors, aquell 15 d'octubre del 1940, acollia la presó dels oficials de l'Exèrcit de la República. Tots hem reviscut aquell camí del President Companys, amb les seves espardenyes i el seu vestit blanc. Espardenyes perquè per les tortures que li van infringir no podia ni calçar-se unes sabates. Avui el fossar està ajardinat amb una gespa cuidada. Aquell 15 d'octubre del 1940 només era terra. Davant del mur de pedra, de cara a l'escamot d'execució, Companys es descalça damunt la terra, i no deixa li tapin els ulls. Per Catalunya! Crida. I l'estrèpit de tots els fusells disparant a l'ordre del cap de l'escamot d'execució, que després s'acostarà al President caigut i amb la seva pistola el remata a terra. Són les 06:30 del matí del 15 d'octubre del 1940. Com avui, negra nit. Com avui, un silenci absolut.

Els trets dels fusells i, instants després, el tret de la pistola, devien ressonar per tota la muntanya i per totes les cel·les del castell convertit en presó. On també hi havia el meu avi. On tots els presos sabien que hi havia el President Companys. On tots els presos devien saber que acabaven d'afusellar el seu President, el President de Catalunya.

Hi he pensat molts cops, en aquest moment. En el meu avi i en tots els oficials de l'exèrcit de la República presoners a Montjuïc. En els tres terribles anys de guerra, mort i desolació que havien viscut. En els barrots de les seves cel·les al llarg del castell, en el fred i la humitat que els devia minar la salut. Però, sobretot, en la sensació de derrota infinita que devien sentir en saber també pres al castell, amb ells, el seu President, el President de Catalunya i en saber que l'havien afusellat.

Sí, feia molt fred, aquest matí. Un fred que em gelava l'ànima, però que es regirava dins meu i es convertia en una ràbia infinita, pel President Companys, l'únic President democràticament escollit afusellat pels règims feixistes, però també pel meu avi i tots els republicans presos i represaliats dins del castell.

En silenci hem tornat sobre les nostres passes a buscar les motos. I hem començat a baixar cap a la ciutat, per la banda de mar, fins Pla de Palau, allà on el cap del General Moragues va estar anys tancat dins una gàbia després de la Guerra de Successió del 1714, i fins el Passeig Lluís Companys, davant el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya.

Hi hem anat per donar suport al President Mas davant la seva imputació per posar les urnes el 9N. Era impossible no pensar, per a tots els que baixàvem de Montjuïc, en la dissortada història del nostre poble. Aquesta història trista, de la que no voldríem mai ser protagonistes, que ens converteix en l'únic poble amb un president democràticament escollit afusellat per un règim feixista i l'únic poble amb un president democràticament escollit imputat acusat de donar la paraula al poble i de posar les urnes perquè s'expressés.

Podríem dir que la civilització ha avançat una mica quan l'estat espanyol ja no afusella els nostres presidents, i només els vol inhabilitar i empresonar. Però això seria un sarcasme insultant.

No. Avui ens hem concentrat milers de catalans i centenars de càrrecs electes, alcaldes i diputats, per donar suport al nostre President davant una criminalització tan injusta, davant la persecució i setge a la democràcia que implica la seva imputació per part de l'estat espanyol.

Avui ningú no ha amenaçat absolutament ningú. Avui tots els concentrats només teníem en el nostre esperit dir que tots érem Mas, i que el 9N havíem estat tots. I que no pensem transigir amb que el President Mas carregui per uns delictes (posar urnes) que no ho són enlloc o que no ho haurien de ser enlloc, i per uns fets dels que tots ens proclamem co-responsables.

Davant d'això avui també hem tornat a tenir la vergonya més absoluta que ens «acompanya» des que hem iniciat el procés. Per una banda, les mentides, intoxicacions i voluntat exclusivament repressora de l'estat espanyol, dient que els concentrats estàvem intimidant i amenaçant i acabant amb la cantarella de que la fiscalia es reserva «iniciar les actuacions que consideri pertinents contra els manifestants». És un exercici extrem de cinisme, hipocresia i d'immoralitat. Els mateixos que canvien jutges a conveniència, els mateixos que converteixen el Tribunal Constitucional, la Fiscalia i el Consell General del Poder Judicial en un braç executor al servei del poder executiu, sense cap mirament ni vergonya, els mateixos que fulminen fiscals si no segueixen les seves instruccions, els mateixos que obvien el criteri de la junta de fiscals de Catalunya, que considerava que no hi havia cap motiu per a la imputació que reclamava l'executiu i ho deixa en mans dels seus «fiscals obedients o de cofiança», tots aquests desvergonyits, tots aquests autèntics assassins quotidians de la separació de poders, ara es victimitzen i volen fer veure que una manifestació exemplarment cívica de suport al President d'un país democràticament escollit acusat de posar urnes per donar la veu al poble és una amenaça i un atac sense precedents a la independència del poder judicial. No és possible més immoralitat. No és possible ser més pocavergonya.

Però davant de tot això avui també ens hem tornat a trobar actituds absolutament miserables, de dreta a esquerra, només units pel seu odi al sobiranisme, per la seva histèria espanyolista. Així, avui ens hem tornat a trobar tota aquesta gent miserable que, empesos per l'encegament del seu odi, justificaven o minimitzaven l'assassinat de Companys o justificaven o minimitzaven la imputació de Mas per posar les urnes el 9N.

Uns amb immoralitat de que Companys va ser el responsable de totes les morts a la reraguarda republicana que van seguir la derrota de l'aixecament feixista a Catalunya. Com si no hagués estat justament aquest aixecament feixista el que va provocar la guerra i tot el dolor associat que es va desencadenar.

I uns altres amb la immoralitat d'intentar fer veure que Mas és un personatge tan extraordinàriament manipulador que és capaç d'aconseguir ser imputat penalment només per seguir sobrevivint al capdavant de la Presidència de la Generalitat, perquè, segons tots aquests tarats, tot el procés, tot el 9N, totes les amenaces de l'estat espanyol, totes les imputacions penals... només serien hàbils maniobres de Mas.

Tanta immoralitat i tanta pocavergonya algun dia espero passi factura als que se n'han fet agents actius i còmplices. Perquè no hi ha dret i no tenim cap obligació d'aguantar aquest atac constant i permanent, aquesta violència, aquesta repressió, aquesta intoxicació, aquestes mentides. Que ja n'hi ha prou home, que ja n'hi ha prou!

9 d’oct. 2015

S'entén o no s'entén?

No he entès res. Vull dir que he estat una estona escoltant i no he entès res del que deien la gent de la CUP en relació al seu posicionament davant la situació sorgida del 27S. No he pogut distingir la literatura de la proposta política. Però no puc dir que m'hagi quedat igual, perquè per la musiqueta de fons m'he quedat una mica intranquil.

Enmig de tota la retòrica revolucionària he tingut la sensació que volien aprofitar que la seva força és  necessària per poder empènyer el procés per anar fent la seva revolució, que no sabem quina és, però que ja ensenya la poteta.

Com ja he dit mil vegades sóc independentista i hi he militat des que tinc ús de raó política. Però mai he volgut la independència a qualsevol preu, perquè la fi no justifica els mitjans. I ara em trobo que em temo hauré de defensar que la fi no justifica tampoc assumir com a inevitable qualsevol altre fi, i sobretot si són finalitats socialment molt minoritàries que es busca imposar il·legítimament a la majoria aprofitant-se de ser minoria de bloqueig.

Ho vaig advertir abans de les eleccions, tants cops com vaig poder. Tot el que no sigui que Junts pel Sí pogués governar en solitari, idealment amb majoria absoluta, serien pedres en el camí, dificultats afegides a les pròpies del procés, etc.

Ja dic que com em costa d'entendre'ls quan fan aquests discursos, puc estar equivocat, no em feu massa cas. He anat a diferents mitjans a confirmar o ajudar-me del que ells han interpretat, però veig que no hi ha una interpretació única, més aviat el contrari, de manera que no sóc l'únic al que li costa d'entendre el que han dit.

M'ha semblat entendre p.ex. que demanen, exigeixen, que el Parlament es declari, abans que res, insubmís a un munt de coses. Malament si és així. Com ja han dit moltes personalitats amb prou coneixement de la geopolítica, la nostra finestra d'oportunitat per la independència requerirà, en un moment donat, trencar amb el marc espanyol, però només tindrem una oportunitat per fer-ho, de manera que hem de fer tot el possible perquè ens surti bé. Això vol dir que nosaltres hem de triar el moment per fer-ho: quan siguem prou forts internament i tinguem garantits prou suports externs com per aguantar i superar aquest moment crític.

De manera que en termes estratègics el pitjor que podríem fer és convertir en intranscendent aquest moment i pensar que es poden anar fent desafiaments rotllo postureo sempre que ens vingui de gust.

Ni a mi ni a la majoria dels independentistes no ens fa cap por aquest moment que sabem haurà d'arribar de trencar amb la legalitat espanyola, però mentre no arriba aquest moment no tenim la més mínima intenció de convertir el procés en un aquelarre d'insubmissió i de saltar-se les lleis de la manera que ens doni la gana.

M'ha semblat entendre també, tot i que insisteixo que puc estar equivocat que deien que «les negociacions estan al carrer». No sé ben bé a què es referien amb això. He tret el cap per la finestra i no hi he vist ningú. Per a mi les negociacions les han de dur els meus legítims representants, les persones en les que he confiat i a les que he votat. Si no ho fan bé els hi retiraré la confiança, i en democràcia això vol dir o impulsar altres propostes polítiques o donar la confiança a altres propostes polítiques.

Crec que «el carrer» pot ser expressió important d'un sentiment, d'una voluntat, d'una força, però que només es legitima a les urnes. N'hem tingut un clar exemple amb les mobilitzacions extraordinàries dels últims Onzes: han estat una formidable expressió de la voluntat d'un poble, que només s'han vist plenament legitimades un cop han obtingut un aval majoritari en termes electorals. Sense aquest aval el seu valor hauria estat molt i molt menor. La raó i la força ens la dóna el suport de la gent en processos participatius amb totes les garanties democràtiques, com ha estat el 27S i el seu resultat.

M'ha semblat entendre també, i amb això hi estaria del tot d'acord, que el resultat de les negociacions en cap cas pot avalar cap política que es plantegi cap negociació amb l'Estat per a un nou encaix de Catalunya dins d'aquest estat. Em sembla que això no hi ha ningú que se li passi pel cap ni a Junts pel Sí ni a la CUP, i que el mandat democràtic ha estat molt clar: volem la independència, i tot el que no sigui això seria un frau.

Vol dir això que amb l'estat no s'hi haurà de parlar? En cap cas. S'hi haurà de parlar i molt. I faig plena confiança a les persones que he votat. Cal parlar fins l'últim minut amb l'Estat per intentar assolir un procés acordat per a la independència, amb un referèndum vinculant si calgués, a mi això no m'importaria, el que es decideixi. Tot el que es pugui pactar amb l'Estat en la perspectiva de la independència serà bo per al procés, perquè estalviarà incerteses i eventuals patiments a les parts, i aquest és un objectiu que hem de compartir. I fins i tot si el tancament autista de l'Estat es manté com ara, i ens aboquen a un procés 100% unilateral, caldrà continuar-hi parlant i amb els mediadors internacionals que calgui o puguem implicar-hi.

Molt més confusos m'han tornat a semblar els punts al voltant de les polítiques a fer en aquests mesos que inevitablement durarà aquest tram final del procés. Jo, no cal ni dir-ho, estava molt a favor del que ja recollia l'acord de Junts pel Sí, en el sentit que les úniques polítiques que haurem de fer en aquests mesos fins a les últimes conseqüències siguin totes les que tinguin per objectiu pal·liar al màxim totes les situacions d'emergència social.

Aquesta política té, però, unes limitacions que ja estem veient en el nostre dia a dia. Avui mateix el Tribunal Constitucional ha suspès la legislació catalana que podia ajudar a intervenir a favor dels més vulnerables en causes de desnonament, de la mateixa manera que mesos enrere va suspendre també la legislació sobre pobresa energètica. Si la Generalitat tingués un pressupost il·limitat aquesta guerra bruta de l'Estat via TC contra Catalunya que impacta en la nostra gent més desafavorida, es podria esquivar, podríem no fer-ne ni puto cas, però això també sabem no és així. Dissortadament el pressupost de la Generalitat és totalment captiu de les seves despeses fixes, i ja destina a les qüestions més socials com sanitat i ensenyament la major part del seu pressupost.

Ara bé, si en les negociacions es posen damunt la taula els pressupostos de la Generalitat i la gent de la CUP són capaços d'identificar partides prescindibles per destinar aquests diners a major inversió social, jo també hi estaria d'acord amb això. Però em temo que hi ha molt poc marge. Crec que aquesta mateixa setmana, o com a molt l'anterior, en una publicació molt propera a la CUP es desqualificava i posava sota sospita la política que ha hagut de fer la Generalitat de vendre's patrimoni per poder, amb aquests ingressos, evitar haver de retallar en d'altres partides. És evident que vendre no ha estat una decisió òptima, ni tan sols era volguda, però potser era l'única possible per ingressar diners a una caixa a la que només hi arriben recursos quan al senyor Montoro li passa pels ous, i que encara ens fa pagar, via FLA, amb interessos.

Suposo que l'experiència grega haurà ensenyat alguna cosa a la gent de la CUP, que fins ara, com la gent d'ICV i d'altres, defensaven molt alegrement això de no pagar els deutes contrets per les administracions. Això, amics, no és tan fàcil. Com han vist no sense dolor els grecs, no es pot deixar de pagar, perquè quan es deixa de pagar es talla l'aixeta dels ingressos. I Catalunya ara mateix no té ingressos propis, o són testimonials. Els nostres ingressos són conseqüència de la transferència que efectua el Govern espanyol, que és qui recapta, es queda i administra com vol l'esforç tributari que fem els catalans.

La CUP té tota la legitimitat del món per, un cop independents, presentar-se a les eleccions defensant un programa polític que contempli sortir de la UE, sortir de la zona euro i implementar tots els experiments socials revolucionaris que vulguin. Però el que no pot pretendre és aprofitar els seus 10 diputats per imposar a una majoria que no els vol aquests experiments, ni que sigui la punteta.

Molta gent vol la independència perquè sap que disposant dels diners del saqueig anual del 8% del nostre PIB que perpetra l'Estat Espanyol, d'aquests 16 mil milions d'euros que se'n van i no tornen, és l'única manera que tenim de revertir socialment l'esforç fiscal dels catalans, que deriva a la seva vegada, del nostre esforç laboral i empresarial per generar riquesa.

Benvinguda sigui la voluntat d'invertir en qüestions socials i en minvar fins on sigui possible el patiment de la nostra gent més vulnerable. Però m'agradarà veure, mentre no arribem a la independència, d'on traiem els diners. Perquè, també cal dir-ho, els de la CUP han estat els primers en anar amb la pancarta contra les famoses «retallades» en altres sectors que no formen part d'aquests alineats amb l'emergència social, com va ser el cas p.ex. de la CCMA (TV3 i Catalunya Ràdio). I perquè el que no podem pretendre, perquè tindria uns efectes devastadors de manera immediata, és deixar de fer les poques inversions productives que s'han pogut mantenir. Si deixem de fer obra pública, si deixem de transferir a l'administració local, d'ajudar els emprenedors, si deixem d'ajudar alguns sectors productius el que estarem fent és paralitzar l'economia, generar més desocupació i conseqüentment, generar més emergència social, més situacions que requereixen ajuda social.

Una altra cosa que no he acabat d'entendre del que avui ha dit la gent de la CUP és quina és la seva proposta per gestionar aquest tram final del procés cap a la independència. Com deia abans, el trencament amb l'Estat l'hem d'intentar pactar fins l'últim moment, però no, òbviament, sense un calendari per executar-la, per fer-la realitat, si no hi ha més remei, unilateralment. Havent arribat on hem arribat crec que a ningú no li tremolarà el pols per fer-ho, però hem de ser conscients, torno a dir-ho, que aquest moment l'hem de triar nosaltres, perquè només tindrem una oportunitat i perquè, per tant, l'hem de provocar quan siguem prou forts per aguantar el pols amb l'estat i tinguem garantits prou suports perquè no sigui un acte d'onanisme polític, sinó que pugui generar efectes internacionalment.

Institucionalment tot el que sigui afeblir la posició dels representants del Sí afeblirà el procés. Això no va únicament per la demencial qüestió que és plantejar-se prescindir d'un dels principals valors i actius que té el procés, el President Mas, va més enllà.

Els resultats del 27S, tot i proporcionar una inequívoca majoria parlamentària independentista, tenen el taló d'Aquíl·les de no haver pogut arribar al 50% dels vots emesos. Això no ens lleva de cap manera legitimitat per iniciar el procés i portar-lo fins a les últimes conseqüències, però ens obliga a ser prudents i a gestionar-ho amb una redoblada voluntat d'entesa en la seva execució, fins i tot a ser molt permeables i sensibles a tots els intents que hi pugui haver en el marc de la comunitat internacional per evitar que el procés desemboqui en un conflicte greu de conseqüències imprevisibles per a totes les parts.

I aquesta prudència a la que estem obligats és enemiga acèrrima d'una política de bravuconades. Si convertim tot el que fem en un desafiament a la legalitat, a l'estat de dret, als procediments, a la legitima representació de les altres parts, etc, pringarem, i pringarem molt.

Fins que no se’m demostri el contrari, a mi em sembla molt raonable la posició de que el nostre Parlament, solemnement, declari l'inici del procés cap a la independència, palesant davant el poble de Catalunya i de tota la comunitat internacional la nostra inequívoca determinació de ser independents i la nostra voluntat de fer-ho acordadament amb l'Estat espanyol, però també que si això no és possible, la farem unilateralment.

Això ens permetria posicionar-nos amb una impecable legitimitat democràtica i voluntat diàleg davant la comunitat internacional, facilitaria la mediació internacional, permetria avançar en uns mesos decisius en la posada a punt de les estructures d'estat crítiques per fer possible la independència i evitaria un trencament institucional de conseqüències imprevisibles, perquè l'estat espanyol ara mateix té la capacitat unilateral de col·lapsar Catalunya, ni que fent-ho també s'acabés col·lapsant ell mateix. Sabem que estan prou bojos i cegats com per fer-ho.

I acabem de la manera com he començat. Si el 27S Junts pel Sí hagués assolit la majoria absoluta o, com a mínim, la capacitat d'investir President i governar en solitari, el procés ara mateix estaria avançant com una màquina, a tot gas. El resultat del 27S això no ho ha fet possible, i ara el camí és ple de pedres que haurem d'anar apartant. En termes de procés és molt important que aquest anar apartant tots els obstacles i dificultats que ara mateix tenim en el camí, no manllevi solidesa institucional. Si la situació generada pel 27S la resolem ràpid i bé, el procés seguirà sòlid. Si no ho resolem ràpid, si alimentem les incerteses, els dubtes i les malfiances afeblirem letalment la posició, la reputació i la credibilitat dels qui hagin de gestionar el procés.

Pensem-hi. I a veure si entre tots ajudem a que es parli i es diguin les coses de manera que s'entenguin una mica millor pel comú dels mortals. O les mortales, perquè si una cosa m'ha quedat clara és que potser estarem obligades a parlar entre nosaltres fent servir el femení. I potser ho haig de fer així perquè s'entengui millor. D'entre totes les que vam votar Sí a la independència el 27S algunes tenen la impressió que els resultats que es van donar estan essent aprofitats per algunes per fer la revolució, això podria portar-les no a renunciar a la independència, però sí a pensar que ara, en aquestes condicions, no és possible. I això no ens ho podem permetre. O ens deixem de voler fer la revolució amb la independència o no hi haurà independència. Si algunes persisteixen en voler-ho canviar tot, no canviarem res. Jo, i com jo moltes altres, no volem canviar-ho tot, només allò que no funciona, allò que podem millorar. Si algunes, perquè són necessàries per sumar per la independència, malgrat ser molt minoritàries, volen aprofitar-ho per colar-hi el «canviar-ho tot», moltes podem acabar pensant que així no, que ara no es donen les condicions per a la independència. I seguirem treballant per crear les condicions que la facin possible, i més d'hora que tard. Estem enteses?

7 d’oct. 2015

Amic Salvador Cot: ni la CUP ni ningú no estem lliures de rebre lliçons

Salvador Cot, l'admirat director d'un dels diaris digitals de referència, El Món, abans «El Singular Digital», on periòdicament tenen l'amabilitat de publicar alguns dels meus articles, fa uns dies escrivia una editorial amb la que hi vaig estar molt en desacord. Cosa estranya, perquè normalment amb en Salvador Cot hi estic molt d'acord, entusiàsticament d'acord.

L'article es titulava «Zero lliçons a la CUP». El títol ja el vaig trobar desencertat. Per principi, com a mínim a la meva manera d'entendre les coses, no hi ha ningú en aquest món que no pugui rebre en un moment o altre una lliçó. De fet ens hauríem d'encomanar al fet religiós i a la infal·libilitat del Sant Pare, per trobar algú a qui no se li poguessin donar lliçons. I la infal·libilitat dels successors de Pere emana, recordem-ho, no de la seva condició humana, sinó d'estar ungit per l'Esperit Sant.

Argumentava en Cot que no se li podien donar lliçons a la CUP perquè «Durant dècades la CUP i els seus antecedents directes va sostenir, en completa soledat, la lluita per l'emancipació nacional d'aquest país».

Bé, això no és cert. Mai la CUP ni els seus antecedents directes van sostenir, en completa soledat, la lluita per l'emancipació nacional d'aquest país. Mai.

I per acabar de fer-ho gros, en Cot ve a dir que com que la CUP i els seus antecedents directes sempre hi han estat i alguns dels que ara hi són no sempre hi han estat, doncs a la CUP no se li poden donar lliçons, que "zero lliçons".

Comet aquí l'error de plantejament més greu,  perquè una cosa és el valor d'haver-hi estat sempre, que sense menystenir la importància que té es consumeix en ell mateixa, i una altra cosa és l'encert amb el que s'hi ha estat, amb el que s'han fet les coses, amb les propostes, polítiques, etc.

Ho justifica en Cot: «Eren els anys en què l'independentisme era considerat un problema policial per l'estat i l'èxit es mesurava per uns centenars de manifestants més al Fossar de les Moreres i un grapat de regidors a Arbúcies o Sant Pere de Ribes.»

Traduiré el que diu en Cot: els anys 80 l'independentisme va tocar fons des de molts punts de vista. Érem un moviment pràcticament testimonial, sense cap incidència política, que pràcticament només era notícia pels incidents que es generaven en la commemoració de l'Onze de Setembre.

Els que hi érem en aquella època només podem dir que estem orgullosos d'haver-hi estat i d'haver impedit que es trenqués la cadena que ens unia a una tradició històrica de lluita per la llibertat del nostre país, de la que ens sentíem hereus, i que feliçment vam ser capaços de traslladar a molta altra gent, fins arribar on som avui.

Jo vaig començar a militar a l'independentisme de manera molt activa els anys 80s, concretament el 1984. I no ho vaig fer ni a la CUP, que llavors no existia, ni a cap dels seus antecedents directes. Ho vaig fer en organitzacions que mantenien una discrepància molt i molt intensa, gairebé radical, amb molts dels postulats que sostenien els antecedents directes de la CUP, ho vaig fer a La Crida a la Solidaritat, que tenia en la no-violència un dels seus principals trets d'identitat.

Faig un petit parèntesi per dir que, a més, abans i durant els 80 hi havia hagut i encara hi havia altres organitzacions independentistes que tampoc podem considerar en cap cas antecedents directes de la CUP ni anecdòtiques. Per no remuntar-nos a l'època de la República, durant tot el franquisme i fins a la seva integració definitiva a ERC el 1990, hi havia hagut, com a organització independentista de referència, el Front Nacional de Catalunya, fundat en la immediata postguerra, i que manté l'activisme independentista de manera continuada, també en l'època que erròniament en Cot diu que els antecedents de la CUP actuaven «en completa soledat», com també ho fa Estat Català i d'altres. Sí que és cert que el FNC havia patit una escissió, a finals dels anys 60, que va donar origen al PSAN, més tard també a IPC (Independentistes dels Països Catalans), que van acabar fundant el Moviment de Defensa de la Terra, alineat amb l'estratègia de lluita armada de l'organització Terra Lliure. Potser en Cot es refereix a tot aquest conglomerat quan parla dels antecedents directes de la CUP.

M'agradaria recordar a l'amic Cot que si llavors, quan érem quatre gats, alguns, uns quants, una bona colla de gent, no haguéssim discrepat de tot aquest món dels "antecedents directes de la CUP", potser encara seguiríem sent uns quants centenars.

Si no haguéssim donat lliçons a aquests antecedents directes de la CUP potser encara algú estaria defensant la lluita armada i el nostre moviment seguiria sent una qüestió bàsicament policial i seguiríem sent una expressió política testimonial. Sort de les lliçons, doncs.

Sort, també, que en contra del que sosté en Cot, el desembre de 1986 un munt de gent provinents de La Crida a la Solidaritat i d'altres organitzacions independentistes i d'una bona munió d'independents, vam fer el que es va conèixer com «Crida Nacional a ERC», i hi vam entrar i la vam convertir en un projecte inequívocament independentista. El 1987, a les eleccions municipals, des de les JERC ja feiem propaganda amb el lema «Independentistes a l'Ajuntament», com acredita el cartell que adjunto. I a partir d'aquí l'independentisme va anar creixent i creixent, i arribant cada cop a més gent.

Per tant, benvolgut Salvador, no és cert que els anys 80 la CUP o els seus antecedents directes fessin independentisme «en completa soledat». Ni de lluny. Fals. Erroni. I molt injust per a molts dels que ja hi érem llavors i no ho fèiem en aquest entorn. Perquè sort que en un moment donat els senyors Àngel Colom i Josep Lluís Carod Rovira van treballar per posar fi a Terra Lliure, és a dir, sort que es van atrevir a donar lliçons. Jo encara recordo la tensió enorme, els cartells insultants i fins i tot, un Onze de Setembre, amenaces i una «falla» amb la que volien simbolitzar la «cremà» dels qui s'havien atrevit a "donar lliçons".

Haver estat en un espai històric no ens carrega de raons, en cap cas. Que jo milités a l'independentisme el 1984 no em fa tenir ara, el 2015, més o menys raó. L'únic que ara em pot donar més o menys credibilitat al que jo pugui pensar o proposar és si al llarg de tots aquests anys, des del 1984, el que he fet ha permès créixer l'independentisme o no. És així com jo analitzo la meva militància independentista, no per ser-hi el 1984.

Poden dir el mateix la CUP i els seus antecedents directes? Jo crec que no. Malgrat moltes coses que sens dubte aporta i fa la CUP i el seu món, necessàries per configurar un moviment de la transversalitat que ha de tenir un moviment independentista com el nostre, la realitat és -i espero que no s'enfadi ningú massa- que l'independentisme és avui socialment majoritari malgrat la CUP i els seus antecedents directes.

No només hi ha el tema, greu, que ja he tractat del que passava els 80s, és que després el seu posicionament socialment extrem, si altres independentistes no haguéssim treballat per oferir una proposta socialment acceptable, socialment viable, és a dir, si altres independentistes no haguéssim seguit donant lliçons a la CUP, faria que l'independentisme continués sent una cosa testimonial.

La CUP ha caigut molt simpàtica amb els seus videos informals. La CUP ha caigut molt bé gràcies a una persona excepcional com en David Fernàndez, a qui reconec devem molt i a qui valoro extraordinàriament, però ni la CUP ni l'independentisme no haurien estat mai majoritaris si no s'haguessin donat lliçons a la CUP i els seus antecedents. I la CUP ha fet molt bé d'amagar l'ideari subjacent a tot el seu programa. Això ha estat providencial per a ells i per a l'independentisme, perquè no hi hauria hagut una campanya més contundent contra la independència que amplificar l'ideari de la CUP.

Algú es pensa que hi ha una majoria social que vulgui la sortida de Catalunya de la UE? Algú es pensa que la societat hagués donat suport majoritari a la independència si fent-ho haguéssim estat defensant sortir de la zona euro? Algú creu que la societat està amb els okupes i vàndals que han sembrat el caos per la nostra ciutat amb la total complicitat i justificació de la CUP? Algú creu que té cap possibilitat de prosperar cap proposta que omple de cartells la ciutat amb lemes com «destruïm l'heteropatriarcat»?

No, admirat i respectat Salvador Cot, no estic gens d'acord amb el «zero lliçons a la CUP». Tot el contrari. Sort que se li han donat moltes i moltes lliçons a la CUP i als seus antecedents directes, i sort que l'independentisme majoritari continua donant lliçons i presentant una proposta que genera confiança a la nostra societat, que el fa creïble i viable.

El procés independentista ha assolit fites formidables, i estem en una situació en la que podem aconseguir-ho tot, però en la que també l'excés de dogmatisme i l'atàvic posicionament antisistema de la CUP i dels seus antecedents directes podria fer naufragar.

Vull confiar, del tot, en la gent de la CUP. Ens separen moltes coses, però ara, per sort, ens uneixen dues de molt importants, de bàsiques, sense les quals res no seria possible: tots compartim l'objectiu de la independència i tots sabem que només des d'una radical aposta democràtica la podem assolir. En aquells 80s, i en els 90s i fins ara, molts dels militants d'aleshores que compartíem l'ideal independentista des de visions i praxis molt diferents vam saber trobar espais de treball comú, de solidaritat comuna i després de generar moltes i moltes iniciatives que totes sumades ens han permès arribar on som. I ara mateix, tots estem aportant valor, i això és fonamental que segueixi així.

Tot el que ha passat fins arribar als resultats del 27S fa que aquest moment sigui excepcional. Que esdevingui històric depèn de tots nosaltres. Podem fer-ho i confio així sigui. Fins aleshores, respecte, comprensió, diàleg i complicitat. Però també debat, en llibertat, perquè cap de nosaltres és infal·lible i cap de nosaltres està lliure de rebre lliçons.

5 d’oct. 2015

El «misteri silenciós» dels votants de Ciutadans o perquè hem fracassat tant amb 735.000

Una de les moltes coses que han passat aquest 27S ha estat l'extraordinari increment de vot de Ciutadans, que dels 275.000 vots que va obtenir el 2012 ha passat a la tremenda xifra de 735.000 votants. És una dada sobre la que haurem de reflexionar, i molt, per saber què hi ha al darrere d'un fenomen d'aquesta naturalesa i de l'impacte i conseqüències que pot tenir no només al nostre panorama polític, sinó també a la nostra societat.

Aquests dies hi he pensat bastant, intentant entendre aquest fet, un fet que d'entrada em resulta altament incomprensible, s'escapa de les meves coordenades racionals d'anàlisi. I és que potser el fenomen ciutadans té molt poc de racional i molt d'altres coses. Però això podria ser un apriorisme meu desencertat i que m'impedís observar el fenomen d'una manera més global, més integral.

Què és el que sabem de Ciutadans i dels seus votants?

Ciutadans sorgeix com una aposta de laboratori per mobilitzar i radicalitzar el vot unionista. Fins el seu sorgiment el vot unionista no havia tingut una actitud centrada exclusivament en l'espanyolisme, en l'espanyolisme radical i desacomplexat com a única proposta. La gran força política espanyolista era el PP, però tenia també un fort component ideològic, a partir de propostes polítiques que vertebraven l'espai conservador. El PP era i és un partit espanyolista, però era i és també un partit conservador, d'ordre i de govern. A més el PP havia estat en alguns consensos inicials criminalitzats després per Ciutadans, com la immersió lingüística, que finalment el PP també ha acabat combatent. El PP, a més, com a partit de govern, havia participat de pactes amb CiU (a Madrid i a Catalunya) i amb el PSC (en els grans «temes d'estat» que ells en diuen).

L'objectiu de Ciutadans, des del seu naixement, és articular, captar, mobilitzar un segment de votant molt determinat, molt concret: el dels ciutadans de Catalunya nascuts fora de Catalunya i el dels seus descendents.

Dic que és una proposta de laboratori perquè és la primera que s'atreveix a explotar sense contemplacions una realitat de la societat catalana: l'origen dels seus ciutadans. Tots sabem que les grans onades migratòries cap a Catalunya del s.XX van provenir d'Espanya: d'Andalusia, d'Extremadura, de Galícia, de les Castelles, de Múrcia... Segons algunes dades que circulen, el 70% de la població de Catalunya o ha nascut fora, o ha nascut fora algun dels seus pares o ha nascut fora algun dels seus 4 avis.

La societat catalana ha tingut històricament -o això pensàvem- una gran capacitat d'integració. El fet que la catalanitat, el considerar-se català, es vinculés històricament a la voluntat de ser-ho n'és l'exemple més clar, com ho és allò tan cèlebre de «és català qui viu i treballa a Catalunya».

I tot i que el lerrouxisme ha estat sempre l'eina que ha fet servir l'estat per intentar dinamitar aquest procés d'integració i les seves conseqüències (l'assumpció d'una realitat social i política amb unes demandes i plantejaments propis), el cert és que sempre ha estat més fort el treball de la majoria de forces polítiques, sindicats i societat civil per fer realitat allò de «un sol poble». En aquest sentit no em cansaré mai de reivindicar l'enorme feina del PSUC, que va fer anar de la mà la qüestió social i nacional i que va donar un marc d'integració a moltíssima gent, com el meu pare, murcià i psuquero.

La transició i la recuperació de l'autogovern a Catalunya van anar acompanyades d'uns consensos molt grans i molt importants, en els que inicialment també hi havia el món actualment pepero, llavors UCD i Alianza Popular. L'impuls de la normalització lingüística i de la immersió lingüística a l'escola són dues fites d'aquell moment.

Malgrat el consens polític el cert és que ràpidament els sectors més ferotgement espanyolistes i anticatalans es van mobilitzar, superant els mateixos partits que podien recollir el seu vot.

I el seu gran objectiu sempre ha estat i ho continua essent la immersió lingüística. En aquells primers anys de l'autogovern recuperat es va produir la virulenta reacció que es va concretar en el «Manifiesto de los 2.300», contra la immersió lingüística i en general la normalització lingüística. Tots els partits i tots els sindicats de l'ensenyament hi van reaccionar amb una gran unitat. Jo recordo que mon pare, que va participar en el procés de fundació de la USTEC, el sindicat de mestres majoritari, d'un fort component esquerranista i catalanista, va anar, amb molts altres companys d'altres sindicats com Comissions, al Palau Blaugrana, on feien una assemblea-akelarre els d'aquest manifiesto per incendiar la comunitat educativa, per plantar-los cara. Ho recordo com si fos avui. I estem parlant de començaments dels 80...

Socialment es va aturar i no va tenir cap repercussió. I, sense suport social, la batalla la van traslladar -i encara segueix- a l'àmbit judicial.

Durant els anys 90 es va reprendre «la guerra de la llengua», per fer servir l'expressió tan precisa d'Eduard Voltas que va donar nom a un magnífic i indispensable llibre per saber tot el que va passar llavors i els seus actors. Un cop més l'escola i la immersió lingüística en el centre d'aquesta guerra.

La victòria sense majoria absoluta del PP d'Aznar a nivell espanyol i dels pactes del Majèstic amb CiU per garantir la governabilitat a Espanya va desactivar aquesta guerra, va ser una de les condicions de CiU. De retruc això va implicar que el PP va haver d'apartar qui era un dels màxims líders d'aquella guerra de la llengua, Alejo Vidal Quadras. I aquest relleu va acabar d'embogir aquest sinistre personatge.

En un context en el que CiU havia pactat amb el PP a Madrid i el PP havia acabat falcant els últims governs Pujol, quan va perdre la majoria absoluta, sorgeix Ciutadans.

Ciutadans es presentà davant la societat amb un únic objectiu i proposta política: convertir en un fet polític l'origen de les persones, mobilitzar les persones i el seu vot simplement pel seu origen. Ciutadans esdevé així una atroç proposta política de caràcter únicament identitari, que podríem dir també etnicista: l'origen ha de determinar el sentit del vot. I ho ha de fer no amb cap voluntat inclusiva socialment, sinó divisiva.

Si l'origen de la majoria de catalans està a Espanya, cal mobilitzar aquest origen, transformar-lo en vot, i així imposar un projecte polític inequívocament colonialista, que combatés, fins a la seva liquidació, qualsevol rastre o manifestació de la catalanitat. Fins aquell moment les expressions de la catalanitat, el fet de la catalanitat s'havia combatut sempre «por lo militar».

En un context d'eleccions democràtiques, si els ciutadans voten en funció del seu origen, és possible articular majories des de les que imposar un projecte radicalment espanyolista que liquidi qualsevol manifestació o expressió de la catalanitat, de la llengua, de la cultura, del sentiment, i acabar així no només amb el fet diferencial, sinó amb l'atàvica «qüestió catalana», expressió política amb que es defineix la resposta a un ininterromput i salvatge greuge i saqueig a la societat catalana.

En aquesta estratègia, des de sempre, liquidar la immersió lingüística ha estat el gran objectiu. Una escola que formi i tracti per igual a tots els nens, que garanteixi les seves competències lingüístiques en català i en castellà, i que ho faci sense distinció d'origen era i és la gran amenaça per al projecte identitari i etnicista de l'unionisme que es condensa en Ciutadans. La divisió en funció de l'origen s'ha de donar des de la primera aula, perquè això és el que acabarà conformant dues societats, la dels «catalans», guetitzats, i la de la resta, que menats pel seu origen creixerien com a societat paral·lela, i que com estadísticament se sap som majoria els nascuts fora o amb origen fora dels nostres progenitors, doncs així es faria realitat el seu projecte polític.

Després d'una presència política poc més que testimonial, el 2012, en un moment en el que el procés ja avançava amb intensitat, van saltar del grup mixt a aquests 275.000 vots que van rebre.

I ara, aquest 2015, el 27S, en unes eleccions de caràcter plebiscitari, és quan el seu projecte identitari i etnicista de vehicular un vot a partir de l'origen ha assolit el seu gran èxit, amb aquests 735.000 suports.

Tot i que el creixement de Ciutadans ha anat radicalitzant el Partit Popular a Catalunya, el cert és que el PP mai ha deixat de fer propostes polítiques alineades amb la seva ideologia conservadora. Igualment, el PSC-PSOE, que és l'altre vot refugi de l'unionisme, no només presenta propostes ideològiques alineades amb la socialdemocràcia europea, sinó que també, a diferència de PP i, no cal dir-ho, de Ciutadans, manté el seu compromís amb els elements centrals que configuren els consensos per ser o seguir sent «un sol poble».

Una primera resposta, per tant, al creixement de Ciutadans la trobem directament alineada al mateix creixement del projecte independentista, i aquest 27S i el seu caràcter plebiscitari és la màxima tensió independentista que mai ha tingut Catalunya. Davant aquesta tensió evident, la reacció d'una part de la societat no ha estat fer-ho donant suport a altres propostes polítiques amb altres propostes per a les diferents problemàtiques socials que tenim a Catalunya, sinó convertir el seu origen en el motor del seu vot, que és la proposta que els estava fent de fa tants anys Ciutadans.

«Tu o tus padres no habeis nacido fuera de Catalunya? Pues a ti lo que te toca es votar contra los catalanistas, votar contra la independencia, porque esto es una cosa de los de aquí, y tu no lo eres, tu eres ESPAÑOL»

Fa uns anys l'inefable del Jordi Cañas bramava en un míting a Cornellà «como le voy a decir a mi padre -o a su abuelo, no ho recordo- que no está enterrado en España!!!! Como le voy a decir que ahora está enterrado en un país extranjero!!! Nunca! Esto es España!!!!»

Fixeu-vos l'abisme que va d'aquell PSUC que treballava incansablement per millorar les condicions de vida de tots els treballadors, a les fàbriques, als barris, a les escoles, i que ho feia sempre sense distingir origen, fent realitat el «un sol poble» a aquest discurs de Ciutadans, en el que no importa res del que passa a la societat, l'únic que importa és que som espanyols i per damunt de totes les coses hem de seguir sent espanyols, i no per voluntat, sinó perquè estàs encadenat a un origen.

¿Com puc jo ser tan miserable de pensar en un futur millor per als meus fills si el meu pare murcià està enterrat a Corbera d'Ebre i ara, quan el vagi a visitar al cementiri, a portar-li flors, li hauré de dir, pare, ho sento, no he pogut impedir que no estiguis enterrat a Espanya, ara a això li diuen Catalunya?

Bé, el meu pare, el pobre, si em sentís dir quelcom així, el sentiria regirar-se al nínxol, sentiria la seva bufetada i el sentiria cridar-me «esto es lo que yo te he enseñado? Esto es el ejemplo que te dí? Esto es lo que entiendes por luchar por una vida mejor para todos? Esto es lo que es para ti proteger a los más débiles?»

No, Cañas no parlava d'un futur millor per als seus fills ni per a cap dels que l'escoltava. Cañas parlava que tot el que feia políticament era per l'origen del seu pare, o del seu avi. És això el que estava transmetent a la gent. Oblideu-vos de la vostra vida, oblideu-vos de totes les xorrades d'un futur millor per a tots vosaltres i per als vostres fills. La vostra missió en aquesta vida i en aquest lloc on esteu és garantir-ne l'espanyolitat. I això està pel damunt de qualsevol altra consideració.

I això, aquest 27S, hi ha hagut 735.000 persones que ho han comprat, que ho han avalat. Ciutadans no té cap altra proposta, ni econòmica, ni social, ni en res de res, que un «yo soy español»

Oiga, ha oído hablar de los 16 mil millones de euros fruto del trabajo de todos los catalanes que confisca el estado español y que no retornan a Catalunya ni a su gente? Para un votante de Ciutadans sirve cualquiera de estas respuestas:

- no lo he oído

- lo he oído y no me lo creo

- lo he oído, lo sé y me da lo mismo porque «yo soy español»

Escolti, vostè agafa cada dia les rodalies, oi? Sí. Sap quina és la inversió que fa l'estat a Catalunya i quina a Madrid? Sap que per això cada dia té incidències, arriba tard o no pot ni entrar als trens?

- no lo sé

- lo sé y no me lo creo

- lo sé y me da lo mismo porque «yo soy español»

I així fins a l'infinit. Perquè infinites són pràcticament les motivacions racionals que tenim per voler la independència, que Ciutadans ha aconseguit no tinguin cap valor perquè, per als seus votants, l'important és «yo soy español».

Dues anècdotes d'aquesta campanya al barri de Sant Ildefons, on em vaig criar, on van anar a viure els meus pares procedents de Lora del Río, quan jo tenia 4 anys. Estàvem repartint opuscles d'informació «7 razones para la independencia»

Un noi, molt educadament, va sacsejar en aspa les dues mans perquè no li donés dient-me «lo siento, yo soy español». Ok. Fin de la cita.

Una senyora gran li dono, l'agafa, segueix caminant i a les poques passes es gira, ve cap a mi i em diu «y por qué ahora no nos quereis? Llevo más de 50 años aquí y ahora me decís que no me quereis?» Senyora, vaig intentar replicar, però no va ser possible, se'n va anar, ella i els més de 50 anys que deia portava aquí, pensant que li estàvem proposant una cosa que ofenia el seu origen, aquell lloc d'on fa més de 50 anys va sortir per tenir un futur millor i va arribar a Cornellà. Per a ella pesava més aquell lloc d'on feia més de 50 anys havia marxat que qualsevol altra consideració en relació al lloc i la gent on des de feia més de 50 anys vivia.

Em vaig quedar trist. No vaig poder-li explicar res. La dona se'n va anar «ahora no nos quereis», amb un plural que incloïa, per a ella, tota la gent que no havia nascut a Catalunya, pel simple fet de demanar la independència. No li calia atendre a cap argument, a cap motiu, a cap explicació.

És evident que perquè el missatge d'enervació identitària i etnicista de Ciutadans hagi triomfat ha calgut una presència en mitjans de comunicació que no hem pogut contrarestar de cap manera. Amb molta habilitat l'establishment ha promogut i impulsat les veus de Ciutadans, i ho ha fet a través dels mitjans que arriben més directament al seu públic de referència, i que nosaltres no hem tingut CAP possibilitat de contrarestar.

La gent que ha votat Ciutadans no ha anat als seus mítings, que han omplert amb autocars vinguts de tota Espanya. Ni es manifesten. Ni participen en la vida social o associativa dels seus barris, fàbriques, escoles o universitats. No els hi cal. Res de tot això no els preocupa.

Ciutadans està aconseguint una cosa contra la que sempre tots havíem treballat, fracturar la societat en funció del seu origen. No importa res del que et passi a tu ni del que passi al teu voltant. L'únic que importa és que o tu o els teus pares no han nascut a Catalunya. De manera que fes honor al teu origen i vota'ns, vota Ciutadans. I no preguntis. I no pensis en res més que en «yo soy español». Porque de aquí, al cielo, con la tranquilidad de saber que cuando te mueras estarás enterrado en España.

I així fins a 735.000 persones. 735.000 motius d'intranquil·litat i de fracàs en explicar que tot pel que treballem és amb la consciència de ser «un sol poble» i que la independència beneficia a tothom, absolutament a tothom, amb independència del nostre origen o el dels nostres pares.