Estoy seguro que el purgatorio debe ser un lugar muy similar a un gran centro comercial estos días navideños.
He quedado con un amigo, que me ha pedido le acompañe para unas compras voluminosas. Aún a pesar de estar cerca de mi casa sólo he puesto los piés en este centro comercial para ir a la FNAC, que está en una de sus esquinas. Ahí he dejado la moto y ahí nos hemos encontrado.
Entramos. Está abarrotao. Increible la cantidad de gente moviéndose en todas direcciones, arriba y abajo, para un lado y para otro. Voy hablando con mi amigo, que se maneja con gran seguridad y destreza. Vamos rápidos. Yo le digo tan flojito que ni me oye vaya agobio de sitio. Pero miro la gente, de todas condiciones y edades, y me parecen felices.
Cuando mi amigo dice "ya estamos" siento un alivio. Nos dirigimos cargados de cajas a su coche. "Tranquilo, está en el párking". Empezamos a bajar, hasta la planta 5, al llegar pienso que aquello debe ser lo más profundo de la ciudad. Y es enorme. Habrá visto mi cara de asombro e inquietud porque ha vuelto a intentar tranquilizarme "mira, he hecho una foto de donde lo he dejado". Lo dice y me la enseña en su móvil con el orgullo de quien sabe está impresionando por su capacidad de moverse en situaciones difíciles. Ah, vale, genial. 10 minutos más tarde llegamos al coche y lo cargamos.
Se va, y le saludo desde donde me he quedado para verle partir, al lado de una enorme columna. Bueno, pues pá casa. Creo que estoy en uno de los extremos de la planta. A ver donde hay un letrero que señale la salida. No veo nada. Empiezo a caminar hacia lo que intuyo es el centro de la planta. Veo un rótulo que señala escaleras mecánicas. Bien, vamos. Sigo caminando, veo otro que confirma el objetivo, sigamos. Pero de repente me encuentro en un punto en el que me he debido perder algo y ya no sé para donde tirar. Retomo un rumbo al azar, hasta dar con una señal que dirige hacia un ascensor. Pues vamos. Llego a lo que debería ser el ascensor, pero es un montacargas de servicio, con llave. Mierda. Vale, no pierdas la calma. Estrategia!! Me quedo disimuladamente quieto esperando poder seguir a alguien. Al poco aparece una familia, que se mueven con gran diligencia. Discretamente les sigo, no sea que se piensen algo raro. Y bingo, llegamos a unas escaleras mecánicas. Bueno, ya está, me digo aliviado.
Empiezo a subir las escaleras desde las profundidades de las cinco plantas del párking. Las escaleras cambian de dirección un par de veces hasta que acabo saliendo al centro comercial. Coño, creo que en esta zona no había estado nunca. Me pongo a buscar la salida a la calle. Estoy seguro de estar en la planta inferior. Creo que debo subir una planta para llegar al nivel de la calle. Pero no veo ninguna señalización. Al fondo diviso un enorme abeto navideño en una especie de distribuidor circular. Vale, ya lo tengo, esto estaba al lado de la FNAC. Pero cuando llego, no, ahí no está la FNAC. Mierda!!! Más tarde descubriré que había como tres o cuatro de estos distribuidores circulares con idéntico abeto navideño gigante. Una trampa letal para principiantes.
Sigo buscando alguna referencia. Nada. Intento mantener la calma, y para darme moral y confianza me digo: He estado días navegando a vela por el Mediterraneo sin ver costa alguna. He estado 5 días haciendo vivac por el Sàhara, sin otra referencia que las dunas, el sol y una brújula. Tengo que ser capaz de orientarme también aquí.
Y retomo la búsqueda de una salida. Pero nada que me indique "usted está aquí", y mucho menos "salida". Nada. Solo una muchedumbre feliz arriba y abajo. Me sorprende la seguridad y decisión de sus movimientos. Llego a una conclusión terrible. Recuerdo algun programa de Discovery Max que hablaba de unos alienígenas ancestrales que habitaban en el interior de la Tierra. Son ellos, pienso por un momento. Pero su apariencia humana es extraordinaria. Desconcertado, llego a otra conclusión: aquí se entra, pero debe de haber algún nivel en el que te quedas atrapado. La multitud que me rodea no "están" en el centro comercial "viven" en el!!! Seguramente ahora yo también estoy atrapado en este nivel. Aquí la gente vive, se reproduce -porque hay niños- y finalmente asume este espacio sin salida, desconectado del mundo, como su hogar, y debe tener su cosa, porque parecen felices.
Acuciado por una angustia creciente me concentro, con más intensidad si cabe, en orientarme, pero es imposible. Me vienen ganas de gritar muy fuerte "hijosdeputa", pensando en los arquitectos, diseñadores y constructores. Me pasa por la cabeza quedarme quieto, sentado en alguna parte, por si en algun momento cierran y un guardia de seguridad o los de la limpieza me echan fuera.
Pero de repente, cuando más crítica era la situación... la luz! Veo una dependienta que está en la puerta de su tienda vacía. Intentando ofrecer una imagen de serenidad, para evitar su huída o miedo a colaborar, me acerco a ella. "Hola, perdona una pregunta: por donde se sale de aquí?" Esboza una sonrisa de superioridad, que yo interpreto como que está pensando "mira, ya tenemos aquí a otro paleto", pero que no me resulta ofensiva, todo lo contrario, me tranquiliza, "parece que no soy el primero y parece que va a colaborar". Y sí, me da una serie de instrucciones que intento memorizar como si me fuera la vida en ello. Por aquello de quedar bien entro a la tienda para comprar algo, no me sirve nada de lo que tiene ni sé qué hacer con ello, pero como no hay nadie pregunto haciéndome el interesado y superando el vergonzoso ridículo inicial. Le acabo confesando que llevaba 45 minutos buscando como salir, le doy las gracias, dos besos, y ejecuto sobre el terreno los movimientos que me ha indicado.
Y así es que finalmente llegué a una salida al exterior. Me vinieron ganas de llorar de alegría, pero me contuve. Todo bien. Caminé unos veinte minutos hasta llegar a mi moto. La besé muy fuerte. "Soy libre", no dejaba de repetirme a mi mismo.
Próspero año nuevo a todos.
PS: hemos quedado un día, para después de fiestas, con mi dependienta-salvadora. Mientras hablábamos yo veía me iba mirando, y al final me preguntó "tu eres motero?", le dije que sí, mientras repicaba con los dedos, nervioso, en mi casco. Al ir a pagar saco mi cartera Harley Davidson, y entonces me dice, señalándola, que le encantan, pero que nunca había tenido la oportunidad de subir en una. Es la mía, pensé, y le propuse quedar para dar una vuelta. Estaba loca de alegría "pásate por la tienda y quedamos". Ok. El problema es que en el estado de angustia que yo estaba me dejé lo que compré en la tienda, que soy absolutamente incapaz de recordar por donde estaba de aquel centro comercial inabastable y que un pánico atroz me atenaza y me impide entrar a ver si encuentro la tienda y mi dependienta-salvadora. No somos nada...
He quedado con un amigo, que me ha pedido le acompañe para unas compras voluminosas. Aún a pesar de estar cerca de mi casa sólo he puesto los piés en este centro comercial para ir a la FNAC, que está en una de sus esquinas. Ahí he dejado la moto y ahí nos hemos encontrado.
Entramos. Está abarrotao. Increible la cantidad de gente moviéndose en todas direcciones, arriba y abajo, para un lado y para otro. Voy hablando con mi amigo, que se maneja con gran seguridad y destreza. Vamos rápidos. Yo le digo tan flojito que ni me oye vaya agobio de sitio. Pero miro la gente, de todas condiciones y edades, y me parecen felices.
Cuando mi amigo dice "ya estamos" siento un alivio. Nos dirigimos cargados de cajas a su coche. "Tranquilo, está en el párking". Empezamos a bajar, hasta la planta 5, al llegar pienso que aquello debe ser lo más profundo de la ciudad. Y es enorme. Habrá visto mi cara de asombro e inquietud porque ha vuelto a intentar tranquilizarme "mira, he hecho una foto de donde lo he dejado". Lo dice y me la enseña en su móvil con el orgullo de quien sabe está impresionando por su capacidad de moverse en situaciones difíciles. Ah, vale, genial. 10 minutos más tarde llegamos al coche y lo cargamos.
Se va, y le saludo desde donde me he quedado para verle partir, al lado de una enorme columna. Bueno, pues pá casa. Creo que estoy en uno de los extremos de la planta. A ver donde hay un letrero que señale la salida. No veo nada. Empiezo a caminar hacia lo que intuyo es el centro de la planta. Veo un rótulo que señala escaleras mecánicas. Bien, vamos. Sigo caminando, veo otro que confirma el objetivo, sigamos. Pero de repente me encuentro en un punto en el que me he debido perder algo y ya no sé para donde tirar. Retomo un rumbo al azar, hasta dar con una señal que dirige hacia un ascensor. Pues vamos. Llego a lo que debería ser el ascensor, pero es un montacargas de servicio, con llave. Mierda. Vale, no pierdas la calma. Estrategia!! Me quedo disimuladamente quieto esperando poder seguir a alguien. Al poco aparece una familia, que se mueven con gran diligencia. Discretamente les sigo, no sea que se piensen algo raro. Y bingo, llegamos a unas escaleras mecánicas. Bueno, ya está, me digo aliviado.
Empiezo a subir las escaleras desde las profundidades de las cinco plantas del párking. Las escaleras cambian de dirección un par de veces hasta que acabo saliendo al centro comercial. Coño, creo que en esta zona no había estado nunca. Me pongo a buscar la salida a la calle. Estoy seguro de estar en la planta inferior. Creo que debo subir una planta para llegar al nivel de la calle. Pero no veo ninguna señalización. Al fondo diviso un enorme abeto navideño en una especie de distribuidor circular. Vale, ya lo tengo, esto estaba al lado de la FNAC. Pero cuando llego, no, ahí no está la FNAC. Mierda!!! Más tarde descubriré que había como tres o cuatro de estos distribuidores circulares con idéntico abeto navideño gigante. Una trampa letal para principiantes.
Sigo buscando alguna referencia. Nada. Intento mantener la calma, y para darme moral y confianza me digo: He estado días navegando a vela por el Mediterraneo sin ver costa alguna. He estado 5 días haciendo vivac por el Sàhara, sin otra referencia que las dunas, el sol y una brújula. Tengo que ser capaz de orientarme también aquí.
Y retomo la búsqueda de una salida. Pero nada que me indique "usted está aquí", y mucho menos "salida". Nada. Solo una muchedumbre feliz arriba y abajo. Me sorprende la seguridad y decisión de sus movimientos. Llego a una conclusión terrible. Recuerdo algun programa de Discovery Max que hablaba de unos alienígenas ancestrales que habitaban en el interior de la Tierra. Son ellos, pienso por un momento. Pero su apariencia humana es extraordinaria. Desconcertado, llego a otra conclusión: aquí se entra, pero debe de haber algún nivel en el que te quedas atrapado. La multitud que me rodea no "están" en el centro comercial "viven" en el!!! Seguramente ahora yo también estoy atrapado en este nivel. Aquí la gente vive, se reproduce -porque hay niños- y finalmente asume este espacio sin salida, desconectado del mundo, como su hogar, y debe tener su cosa, porque parecen felices.
Acuciado por una angustia creciente me concentro, con más intensidad si cabe, en orientarme, pero es imposible. Me vienen ganas de gritar muy fuerte "hijosdeputa", pensando en los arquitectos, diseñadores y constructores. Me pasa por la cabeza quedarme quieto, sentado en alguna parte, por si en algun momento cierran y un guardia de seguridad o los de la limpieza me echan fuera.
Pero de repente, cuando más crítica era la situación... la luz! Veo una dependienta que está en la puerta de su tienda vacía. Intentando ofrecer una imagen de serenidad, para evitar su huída o miedo a colaborar, me acerco a ella. "Hola, perdona una pregunta: por donde se sale de aquí?" Esboza una sonrisa de superioridad, que yo interpreto como que está pensando "mira, ya tenemos aquí a otro paleto", pero que no me resulta ofensiva, todo lo contrario, me tranquiliza, "parece que no soy el primero y parece que va a colaborar". Y sí, me da una serie de instrucciones que intento memorizar como si me fuera la vida en ello. Por aquello de quedar bien entro a la tienda para comprar algo, no me sirve nada de lo que tiene ni sé qué hacer con ello, pero como no hay nadie pregunto haciéndome el interesado y superando el vergonzoso ridículo inicial. Le acabo confesando que llevaba 45 minutos buscando como salir, le doy las gracias, dos besos, y ejecuto sobre el terreno los movimientos que me ha indicado.
Y así es que finalmente llegué a una salida al exterior. Me vinieron ganas de llorar de alegría, pero me contuve. Todo bien. Caminé unos veinte minutos hasta llegar a mi moto. La besé muy fuerte. "Soy libre", no dejaba de repetirme a mi mismo.
Próspero año nuevo a todos.
PS: hemos quedado un día, para después de fiestas, con mi dependienta-salvadora. Mientras hablábamos yo veía me iba mirando, y al final me preguntó "tu eres motero?", le dije que sí, mientras repicaba con los dedos, nervioso, en mi casco. Al ir a pagar saco mi cartera Harley Davidson, y entonces me dice, señalándola, que le encantan, pero que nunca había tenido la oportunidad de subir en una. Es la mía, pensé, y le propuse quedar para dar una vuelta. Estaba loca de alegría "pásate por la tienda y quedamos". Ok. El problema es que en el estado de angustia que yo estaba me dejé lo que compré en la tienda, que soy absolutamente incapaz de recordar por donde estaba de aquel centro comercial inabastable y que un pánico atroz me atenaza y me impide entrar a ver si encuentro la tienda y mi dependienta-salvadora. No somos nada...
4 comentaris:
Feliç any, senyor Abad.
I, sisplau, faci l'esforç. Vostè és un cavaller. No en pot deixar aquella noia tan amable sense el passeig amb la Harley. Segur que no és de la CUP. :-)
Per fi som els que som.... la "Cup Ficcion" , a fet el que esperàvem els coherents........ votar NO al país (si amb Mas al davant , i que!!). Ara a posar-nos les piles , un cop tothom sap i veu qui és qui i que fa amb els vots e il·lusions dels altres un cop són al Parlament. Tenim poc temps i molts enemics que no adversaris ...... Anem junts a per totes , sense mitges tintes ni llenguatges temperats i correctes.
Mai morirem, sempre endavant !!
Senyor Abad, algunes reflexions.
La independència serà interclassista o no serà. La nova República de Catalunya serà democràtica o no serà. Aquest viatge arribarà a port si tots qui ens embarquem compartim la voluntat d'arribar fins a la destinació com a objectiu prioritari, urgent.
La CUP, finalment, ha abandonat el vaixell. El seu objectiu principal no és la independència cap a un estat català democràtic. Era un polissó que no hauríem d'haver consentit que embarqués: no es va sumar en Junts pel Sí, però els hi vam tractar de companys de viatge. Un greu error.
Ara anem a eleccions. La millor opció és reeditar Junts pel Sí, amb un parell de retocs: Artur Mas de número 1 i Oriol Junqueras de número 2. Caldria que tots els independents repetissin. ERC té l'ocasió de fer un exercici de realisme, responsabilitat, lleialtat al país i compromís democràtic: posar el morrió a les ocurrències tipus Tardà, apostar clarament per la unitat i no posar fre al viatge. Aquesta aposta ha de fer-la avui, no pot perdre temps.
Tenim camí avançat, de programa i d'estructura de govern: Mas, President; Junqueras i Romeva Vicepresidents.
A les mans d'ERC es troba la clau per donar un nou impuls al procés. Si ERC llença aquesta clau a les escombraries, anirem sols. Cap problema. Democràcia i Llibertat, amb Artur Mas de candidat pot fer una oferta sòlida i totalment lliure d'hipoteques, i sense concessions a ningú.
Anar-hi, anar-hi, i anar-hi.
Somnieu truites
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