18 de jul. 2014

Sistèmic antisemitisme

He escrit moltes vegades sobre Israel -i jo-. Milito activament en la causa d'Israel. Sóc membre de l'ACAI (Associació Catalana d'Amics d'Israel). Crec que d'Israel i de la lluita del poble jueu per assolir un estat propi tenim molt i molt per aprendre. M'agradaria veure reflectides en el nostre procés algunes de les virtuts que reconec en el poble d'Israel. I el que més desitjaria, com tots els israelians, és veure la pau. Que sigui possible un estat palestí al costat de l'estat d'Israel sense relació de conflicte.

Sincerament, crec que des de la creació de l'Estat d'Israel, el 1948, els únics que això ho han fet impossible han estat els palestins. Mentre el leitmotiv de la lluita palestina sigui fer desaparèixer Israel la pau no serà possible. El dia que els palestins s'estimin més construir el seu propi estat que destruir Israel haurem avançat molt. Fins aleshores Israel viu sota la permanent amenaça del fanatisme dels seus veïns. I Israel, assistit per tot el dret i la raó del món, es defensarà. I ho farà amb contundència.  Israel sap que el dia que ofereixi la més mínima feblesa, serà el seu últim dia. 

No sóc suficientment imbècil com per no reconèixer el patiment que genera aquest conflicte. Però tampoc ho sóc com per no veure l'ús pervers que es fa d'aquest patiment, i fins a quin punt és indecent la molt selectiva resposta que genera entre molta gent. Sí, molt selectiva, en la mesura que genera una reacció absolutament desproporcionada amb el patiment que generen altres conflictes. No és tant que hi hagi víctimes de primera i víctimes de segona, tercera, quarta i etcètera, és que hi ha dits que únicament saben assenyalar Israel. Que romanen silenciosos davant centenars de milers de morts, però que mobilitzen terra, mar i cel per una única víctima si és conseqüència d'alguna cosa que ha fet Israel. I els hi agradi o no, la força que mobilitza aquests recursos té un nom, i no és nova, té milers d'anys: L'ANTISEMITISME.

Dissortadament sé que no hi ha gaire espai per a la reflexió. Només hi ha espai, sembla, per a la presa de posició. I en aquest context jo ho tinc del tot clar. Sempre defensaré Israel, i ho intentaré fer sempre des de la veritat. A casa meva només hi tinc dues banderes: l'estelada i la israeliana. I estic tan disposat a servir el meu país i la seva llibertat com a Israel i el seu dret a existir. I sí, ja sé que pel camí queden moltes coses i, sobretot, massa patiment.

Per acabar, només un exemple del paroxisme que estem vivint aquests dies, però que és el mateix que es repeteix cada cop que el conflicte s'aguditza:

- un personatge hispànic molt popular, actor, d'aquests amb fama de compromès, i que sempre està a primera línia en tots els fregaos del tema Palestina (per antisemitisme, li agradi o no, ho vulgui reconèixer o no) fa aquest tuit:  "Otra banda d malnacidos, hijos del más infecto país sobre la tierra, disfrutando d una agradable noche de asesinatos" I adjunta una fotografia nocturna d'un grup de gent damunt un turó que es diu estan "contemplant" els bombardejos d'aquests dies. Per al famós tuitaire el más infecto país sobre la tierra és Israel, i la banda de hijos malnacidos, serien israelians contemplant bombardejos sobre Palestina. Doncs bé, resulta que eren palestins de la zona d'Hebron contemplant el llançament de míssils sobre Israel. Per a aquest tipus de personal les coses només tenen sentit si se'n pot fer una lectura criminalitzadora d'Israel. Si així com per les xarxes corre de tot, la notícia i la fotografia haguessin arribat a l'autor del tuit indicant que eren palestins, ni hauria fet el tuit, ni els hauria insultat ni hauria criminalitzat. No hagués fet res. Odi selectiu. L'antisemitisme de les mil cares.

El post d'avui s'acaba aquí. Israel també és la meva causa. I milito i militaré activament en la seva defensa.

Us deixo amb un article molt recent, escrit aquests dies, per Alberto Moyano a El Diario Vasco: "Sistémico antisemitismo". M'hi veig reflectit 100%. Com és el que m'hauria agradat escriure a mi si en sabés prou, no tinc res més a afegir. És un enorme article, extraordinari!





Por supuesto, no toda crítica a Israel incurre en el antisemitismo. Pero al igual que hay una ‘casta política’, existe otra ‘casta moral’, que opera en función de criterios estrictamente ideológicos, con una ética a la carta, que aparece y desaparece para desatar la indignación a conveniencia.

De menor a mayor, sorprende la frivolidad de quienes sostienen que el conflicto vasco es muy complejo, tanto que desde fuera no se entiende, y que en cualquier caso, hay que escuchar a todas las partes, para a continuación despachar el conflicto de Oriente Medio en tandas de 140 caracteres enlazadas a espeluznantes imágenes, tantas veces, rescatadas del archivo.

No existe territorio más ocupado que el cuerpo de una mujer palestina, ni franja más estrecha que el espíritu femenino cercenado por la imposición violenta de las supersticiones de Alá y los seguidores de Mahoma. De la situación de los homosexuales, mejor ni hablamos. Eso es antisemitismo, en su forma más curiosa cuando se da entre los mejores progresistas.

También causa perplejidad la laxitud moral aplicada a los recientes acontecimientos registrados en Ucrania, en donde puestos a elegir entre la UE y Moscú, la ‘casta ética’ no dudó en alinearse con Putin, el mismo que dejó Chechenia convertida en un erial sin que nadie mencionara que los rusos estaban haciendo con este pueblo caucásico lo mismo que los nazis hicieron con los soviéticos. Por agravio comparativo, eso es antisemitismo.

Como también lo es olvidar que Israel es el único estado del mundo a cuya existencia han jurado poner fin la variopinta fauna de sátrapas que ha florecido por la zona desde 1947 y aún antes. No hay dirigente árabe que, en caso de apuro, no haya arremetido contra Israel, el enemigo común, antes de emprenderla contra su propio pueblo en unos términos bélicos a los que jamás ha recurrido este país. Masacre sin cuento en Libia, gaseamiento de kurdos en Irak,   30.000 muertos y 300.000 desplazados en Siria, un país que sólo preocupa en lo que se refiere al estatus de los Altos del Golán.  Por supuesto, ninguna mención a Hitler. Eso es antisemitismo.

Todo el mundo sabe que Ariel Sharon fue el general que permitió las matanzas de Sabra y Chatila. Ya son menos  los que están al tanto de que los ejecutores fueron las milicias libanesas de cristianos maronitas, a los que jamás se comparó, ni equiparó con el III Reich. Del nombre del responsable directo de la masacre, mejor ni hablamos. En aquel caso, al Ejército israelí le cabe el dudoso honor de haberse comportado con la misma pasividad con la que años después las fuerzas holandesas encargadas de proteger Srebrenica contenmplaron la matanza de bosnios. No obstante, Sharon lució en el imaginario popular un bigotito hitleriano; a nadie se le ocurrió comparar a los holandeses con Hitler. Otra vez por agravio comparativo, esa fascinación es antisemitismo.

Cuando interesadamente se silencia que el Muro que divide de forma sangrante Cisjordania se construyó con los materiales vendidos por empresarios palestinos y que desde su construcción los atentados suicidas contra civiles israelís han pasado de uno a la semana a uno al año es antisemitismo, más aún a la luz de las tragaderas de los ciudadanos occidentales a la hora de aceptar toda clase de recortes en materia de derechos civiles y de sacrificar su libertad individual en el altar de la seguridad, todo a raíz de un magno atentado perpetrado hace tres lustros.

Cuando se vinculan las actuaciones del Ejército israelí al aprendizaje recibido a manos de las SS se soslaya que más bien fueron los palestinos los alumnos aventajados: ya en los años cuarenta, fue el muftí de Jerusalén, al-Husayni, instalado en Berlín, quien rogó, suplicó e imploró a Himmler que instalara cámaras de gas en Palestina para la eliminación masiva de judíos o, en su defecto, exterminara ‘in situ’ a los 400.000 judíos alemanes que Berlín pensaba deportar. En esta última aspiración, sus plegarias fueron atendidas y los 400.000 judíos alemanes, reducidos a cenizas. No obstante, jamás verás vinculadas las palabras ‘nazi’ y ‘palestino’.

Antisemitismo es obviar que Israel se desanexionó Gaza a cambio de nada, tan sólo de la promesa de no agresión y que ni tan siquiera eso fue capaz de cumplir la autoridad palestina sobre el terreno, es decir, los iluminados de Hamas.  Ningún país árabe quiso saber nada de los palestinos, que Egipto siempre ha rechazado hacerse cargo de Gaza y que si la franja es «la mayor cárcel al aire libre del mundo», lo es porque el encargado de mantener cerrada una de sus puertas es El Cairo, con Sadat y sin Sadat, con Mubarak y sin Mubarak. 30.000 palestinos cruzan a diarios los dos pasos fronterizos de Gaza para ir a trabajar a Israel, un drama fácilmente evitable si Egipto se ocupara de abrir su muro y proporcionarles empleo.

Antisemitismo es exhibir la división al 50% del territorio del antiguo Mandato Británico de Palestina aprobado por las Naciones Unidas, silenciando que Israel aceptó su parte, mientras que los palestinos no, azuzados por los países árabes, que prometieron echar  a los judíos al mar. El estado de Israel se proclamó el 14 de mayo de 1948. El 15 de mayo cinco países árabes le declararon la guerra y trataron de invadirlo.  Desde entonces, no ha conocido un respiro.

Dicho todo lo cual, ojalá Israel se salga cuanto antes de la espiral de violencia, iniciada una vez más por los extremistas islámicos, y encuentre un interlocutor desprovisto de impulsos liberticidas con el que firmar un paz duradera. Pero convengamos en que será difícil mientras  al otro lado de la mesa se siente, por un lado, unos que han sentido el pavor del vértigo a la paz cada vez que la han acariciado, la mitad de ellos, corrompidos hastaz el tuétano, y por otro, alguien que se niega a reconocer tu existencia y, simultáneamente, jura destruirte.

3 comentaris:

Oliva ha dit...

ISRAEL TE LES SEVES RAONS,SEGUR,PERO K'IMATGE,D'ABUSA-NANOS,VALENT DE TABERNA IGANAPIA,NO ELS HI TREU NINGU.

L'home del sac ha dit...

Mai he entès que hi hagi catalans prosionistes. La creació de l'estat d'Israel en un territori on hi havia uns altres habitants és un crim irreparable, només cal que ens imaginem que ens ho fessin a Catalunya per entedre-ho.
Jo no vull que llencin els jueus al mar, ara ja hi són. Ara el que cal és trobar una solució a un problema que no s'hauria d'haver creat mai, i la solució són dos estats.
Solució que és gairebé impossible, no perquè els palestins odiïn més o menys els jueus, sinó perquè Israel se n'ha cuidat prou de fer-ho impossible a base de colonitzar la part que hauria de ser l'estat palestí. Si Israel volgués la pau, no estaria construint més i més cases a Cisjordània. Si Israel volgués pau, mai hi hauria enviat colons. Si Israel volgués pau, no tindria ni un soldat ni un colon a Cisjordània. El president de Palestina diu que accepta la solució dels dos estats, però que quan ha negociat amb Israel mai ha aconseguit que li diguin què és el que volen. I no li diuen perquè ni ells ho saben. Uns acceptarien desmantellar algunes colònies, altres recloure els palestins només en unes ciutats condemnant-los a un règim d'apartheid, com el ministre Bennet, etc... Pot ser que els palestins siguin molt desgraciats, però està clar que els governs d'Israel de les últimes dècades s'han mogut en la direcció de fer cada vegada més impossible un procés de pau. Mentre hi ha injustícies no hi pot haver pau i la ocupació i colonització és una injustícia terrible.

m33 ha dit...

Mai he entès que hi hagi catalans pro-palestins.
Quan es crea l'Estat d'Israel, els jueus ja hi eren. Son els jueus els qui accepten la creació de dos estats i son els àrabs qui aposten (i perden) al tot o res.
D'altre banda, Israel es crea el 1948, però ocupa Judea, Samària i Gaza el 1967. Llavors, per què els àrabs no fan un estat àrab, per exemple el 1950? Doncs per que els seus germanets àrabs no els van deixar. Judea-Samaria es va convertir em Cisjordània i Gaza en Egipte. Els àrabs seguien (i segueixen) apostant (i perdent) al tot o res.
Israel te totes les de guanayr, i no perquè tingui millor tecnologia militar, te totes les de guanyar mentre els seus soldats es posin davant la seva població civil, no com els terroristes de Hamas que s'hi posen darrera.