9 de juny 2017

SuperillaP9: pongamos que hablamos... de democracia?

Sí, solamente soy, tal vez somos, uno de esos vecinos. Sí, claramente solamante soy un vecino desinformado, ignorante, manipulable y que actua al dictado de oscuros intereses. O somos.

Sí, un vecino paleto, unos vecinos paletos. Eso es lo que somos. Eso es lo único que puede explicar que no estemos aplaudiendo con las orejas la providencia de este Ayuntamiento y de sus sabias decisiones, que si las toma a escondidas nuestras es por nuestro bien. Como todo lo que hace. Y solamente unos paletos ignorantes y manipulados no lo reconocerían.

Debería estar limpiando con mi lengua el suelo por el que los señores concejales y nuestra alcaldesa Doña Colau transitan. Pero en ese transitar no pisan: levitan.Y eso que me ahorro.

Hay que ser muy cateto, y lo debo ser, para no asumir como verdad revelada que poniendo unos cuantos maceteros en el asfalto y pintándolo, se está "recuperando" la calle para los vecinos.

Hay que ponerle mucha mala fe para no entender que sacando el tráfico de un par de calles, y trasladándolo a otras, a las que se colapsa, a las que se sume en el caos circulatorio, se está reduciendo la contaminación.

Hay que tener muy poca visión de futuro para preocuparse por unos cuantos trabajadores que van a perder su empleo y unos cuantos negocios que van a quebrar, y no alabar ese un antes/un después que van a suponer para los trabajadores de la zona esas áreas de pícnic para que puedan sacar sus fiambreras y comer al aire libre, en las calles recuperadas.

Y hay que ser muy tonto para pensar que ellos, los listos, no se darían cuenta, como muy bien ha denunciado el concejal colauer Montaner, que Pdecat, C's, ERC y PP, todos ellos y todos juntos, han urdido una malvada conspiración, de la que nosotros, los vecinos, somos los tontos útiles, con el único fin de "desgastarlos". Si es que la divinidad puede ser desgastada, claro, con lo cual el delito quedaría en grado de tentativa. 

Pongamos que las cosas fueran así.

Pero pongamos también, solamente por un momento, que estos vecinos incautos nos hubiéramos creído a su alcaldesa, cuando dijo, como se puede ver en la foto que abre el post "en BCN los referendos serán una cosa habitual. Dar poder a la gente, tomar las instituciones y darles la vuelta"

Pongamos, pues, que hablamos de democracia y de participación vecinal.


Pongamos que nos encontramos de la noche al día (nunca mejor dicho) con la Superilla implantada, de la que nunca nadie nos informó. Pongamos que, en nuestra candidez, no supimos ver que para nosotros era como un maná con el que graciosamente se nos proveía.

Pongamos que intentamos hacer oir nuestra voz participando en interminables convocatorias de reuniones, asambleas, etc. que recogimos miles de firmas, que nos manifestamos y que finalmente convocamos una consulta veïnal, y que en esta consulta un 85% de los vecinos se manifestaron en contra del proyecto.

Pongamos que a la vista de todo, cuatro partidos políticos tan diferentes y dispares entre ellos desde todos los puntos de vista, deciden asumir la voz de los vecinos, darle valor, y fuerzan la convocatoria de un pleno extraordinario del Distrito con un único punto en el orden del día: la Superilla. Y pongamos que finalmente esos cuatro dispares grupos políticos presentan una moción, y esa moción se aprueba.

Y que esa moción pide respeto a los vecinos, que se tenga en cuenta su opinión, y que a la vista de todo, se retiren las actuaciones realizadas en esta Superilla.

Pongamos que se estaría hablando de democracia?

Sí, ya lo sé, las mociones aprobadas por la oposición no devienen vinculantes para el gobierno municipal.

Pero no es cierto que estamos hablando de democracia, de participación de los vecinos en la toma de decisiones?

O aquello que decía la alcaldesa no se supo interpretar bien? Puede ser que cuando decía "en BCN los referendos serán una cosa habitual" se estuviera refiriendo únicamente a los referendos que a ella le interesen?

Puede ser que cuando hablaba de "Dar poder a la gente" se refiriera únicamente a la gente que piensa como ella?

Sería el caso que cuando decía "tomar las instituciones y darles la vuelta" fuera una vuelta centrifugadora para expulsar a cualquier voz discrepante, o que no precediese sus intervenciones de los laudos de rigor?

Pongamos que las 4.000 firmas recogidas fueran insuficientes: "Dar poder a la gente" quería decir reutilizarlas como papel de WC? Por qué no nos dicen cuantas firmas se deberían presentar para ser tenidos en cuenta?

Pongamos que la consulta vecinal tuviera déficits... no es lo más parecido a uno de esos referendos que quería convertir la Doña en una cosa habitual? Qué porcentaje de participación debería haber habido para ser, cuando menos, valorado? Qué garantías debía haber cumplido y que nosotros, pobres vecinos, quizás no alcanzamos? No estaría más cerca de esa cultura de los referendos eso que voluntariamente organizamos, con no poco esfuerzo, que ese desprecio con el que ha sido recibida? Por qué no lo convocan la Doña y los suyos?

Pongamos que nada de eso tenga valor alguno. No son el ayuntamiento, con sus concejales electos, quienes representan el sentir de la ciudadanía? No debería considerarse un emplazamiento democrático que esos representantes municipales de la ciudadanía aprueben una moción para la retirada de la Superilla? Si esa mayoría democrática que implica el voto de todos los concejales que permitió su aprobación no representa a los vecinos... qué o quien nos representa?

Pongamos que hablamos de democracia y de participación vecinal en la toma de decisiones. Si nada de todo esto es significativo en términos de participación vecinal y de democracia... qué es lo que Doña Colau y su corte divina entienden por participación vecinal, por promover participar en la toma de decisiones o por respeto democrático?

Miren: estos vecinos tan menospreciados por ustedes, estos vecinos de segunda como ustedes nos consideran y a los que  creen se puede ningunear e ignorar les hemos dado una lección de democracia como nunca antes han recibido.

Ustedes tienen ante sí dos únicas opciones:


- o aceptan la democracia y actuan de acuerdo a las firmas, la consulta y la moción aprobada en el pleno del Distrito

- o reniegan de la democracia y de la participación vecinal.

Si esta segunda es su opción, muchos barceloneses tal vez nos encarguemos, cada día, de recordar su farsa, de explicar a todos los vecinos de nuestra ciudad que donde decían referendos querían decir "referendos que nos interesen a nosotros", que donde decían "dar poder a los vecinos" decían dar poder únicamente a los vecios que piensen como nosotros e ignorar al resto. Y que donde decían "tomar las instituciones y darles la vuelta" querían decir darles la vuelta para eliminar las garantías democráticas, de derecho a la información y a la participación que hasta entonces habíamos tenido los vecinos.

Porque si vuelven a ningunear y menospreciar a los vecinos, si vuelven a ignorar todas las evidencias democráticas de oposición a la Superilla, si todo esto pasa... pongamos que estaríamos hablando que la señora Colau y los suyos son el ayuntamiento más despótico y autoritario que ha tenido Barcelona desde las primeras elecciones municipales del postfranquismo?